Empieza un nuevo año en el que, como en el anterior, albergamos renovadas esperanzas. No obstante, por la experiencia reciente, hemos comprendido que las cosas ansiadas, si llegan, llegarán a su tiempo, por su debido camino y poniendo todo nuestro empeño en ellas. Este año, como en ningún otro, habrá que tener en cuenta las enseñanzas de la Historia para entender que la Humanidad avanza unida y no enfrentada. Son tiempos en los que habrá que aguzar los sentidos para descubrir por dónde se nos presenta la contingencia, sin confiar en portentos inverosímiles ni en salvadores sobrevenidos; en los que habrá que medir cautelosamente cualquier nuevo paso que demos; en los que habrá que interpretar adecuadamente cada mensaje que nos envíen; en los que habrá que dirigir la mirada precisamente hacia el lugar del que nos la pretenden desviar. Son tiempos para recordar y exigir la vuelta de la misma vida que tuvimos, y no canjearla por permisos temporales condicionados.

Mientras tanto, Ars Creatio continuará aportando un punto de luz en este invierno.