Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número 5 – Invierno 2007
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

¿Dices que nada se crea?,
no te importe, con el barro de la tierra,
haz una copa para que beba tu hermano.

Antonio Machado (1875-1939)
Poeta y prosista español.

 

Todo comenzó en una cafetería. No recuerdo el nombre, ni el día exacto, ni tan siquiera si tomamos café con leche o un cortado. Seguramente fumamos. Seguramente fumamos y hablamos mucho. De una de estas conversaciones surgió una idea. Una idea es una cosa abstracta que en el 99% de los casos sólo sirven para que te termines el café; algo así como ese trozo de pan que ayuda a empujar la última cucharada de comida. Pero ese día y esa idea eran diferentes...

La idea en cuestión no parecía nada del otro mundo: hacer una revista digital, utilizando internet como medio difusor. Una revista de tipo cultural. Pero algo la hacía diferente. Una revista donde tuviesen cabida artículos, ensayos, poemas, cuentos, arte, pintura, fotografía, y toda aquella manifestación cultural, y por cultural entendíamos, y entendemos, cualquier disciplina en la que el ser humano manifieste sus ideas y su forma de pensar. Decidimos excluir de este amplio abanico dos palabras: política y religión. La razón la tuvimos, la tenemos, clara desde el principio: no nos gustan los debates ciegos, los callejones sin salida. Creo que este ha sido uno de nuestros mayores logros. En este sentido, el tiempo nos está dando la razón. El otro gran acierto fue, es, que cualquier persona tuviese la posibilidad de ver sus obras publicadas en un formato y en un medio que permite la difusión a gran escala: a escala mundial. Nadie podía sentirse excluido. Sólo se valorarían la calidad de los trabajos; no la notoriedad del nombre o la importancia de la firma. Creo que podemos presumir de un gran sentido democrático en este sentido. Por eso aprovecho para invitar a aquellas personas que todavía no hayan colaborado con nosotros a que los hagan, pues seguro que no se arrepentirán.

Pero esta idea fue la chispa que encendió la mecha, el impulso que hizo que todo comenzase a cobrar forma, el movimiento que desencadenó todo lo demás. Al núcleo original comenzaron a unirse personas de gran valía y de altos valores, gente con ganas de hacer cosas, con inquietudes. La lista de nombres sería lo suficientemente larga como para romper el ritmo de este editorial, así que no voy a mencionar a ninguno de ellos. Todos sabemos quienes son; todos sabemos quienes somos. A todos ellos nuestro agradecimiento, pues como siempre nos gusta decir, todo esto no hubiese sido posible sin vosotros. Cada uno ha aportado, y aporta, algo muy importante: la ilusión, algo que no debemos perder, pues en el momento en que ésta desaparezca el movimiento perderá impulso. Ese día todo habrá terminado.

Nuevas ideas fueron surgiendo. El proyecto se tornaba cada vez más, porque no decirlo, ambicioso. A la idea de la revista se añadió la idea de una asociación. Una asociación que sirviese de plataforma para la realización de actos culturales, tales como conferencias, concursos, exposiciones, tertulias,... Hace un año todo esto nos parecía un imposible, un soñar con los ojos abiertos. Hoy sólo podemos decir que ahí están los resultados. De nuevo las gracias a todas las personas e instituciones que han hecho posible que este sueño deje de serlo para convertirse en una hermosa realidad.

Con la aparición de este número cinco de la revista, el correspondiente a la estación de invierno, se cumple el primer aniversario de Ars Creatio, la asociación y la revista. Pero sobre todo es el primer aniversario de un sueño, de una idea que nos entusiasmó a todos, y que hoy nos debe entusiasmar más todavía. Hoy, como diría Arthur C. Clarke, hemos roto el cascarón y hemos comenzado a caminar. Mañana deberemos empezar a crecer.

Todo comenzó en una cafetería. No recuerdo el nombre, ni el día exacto, ni tan siquiera si tomamos café con leche o un cortado, pero sé que tú estabas allí.