En este otoño recién comenzado, Ars Creatio acaba de cumplir nueve años de vida. El futuro planteará nuevos retos tanto para esta revista como para la asociación que la acoge. Con el más inminente, la puesta en escena de Don Juan Tenorio, recuperando una tradición española, damos un salto significativo en nuestros procederes. Si al terminar una temporada se hace balance, en este caso preferimos ampliar la perspectiva teniendo en cuenta nuestro principal patrimonio: nuestros colaboradores y nuestros seguidores.
   Porque sin ustedes, ni esta revista ni la asociación existirían. Desde su fundación, siempre tuvimos presente que es ésta una publicación abierta a todo el mundo, en el doble sentido de la expresión, humano y geográfico. Durante este tiempo, hemos constatado que nuestro objetivo está cumpliéndose. En un espacio con tantas y tan variadas ofertas como la llamada «red de redes», nos hemos hecho con un lugar y, como demuestran los datos, ya hemos llegado hasta los antípodas, donde contamos con lectores y participantes en las actividades que auspiciamos.
   Sin embargo, no por ello hemos de sentirnos satisfechos, sino aún más motivados para continuar con nuestras propuestas. De ahí que, en el otoño en que cierra su noveno año de existencia, Ars Creatio apunte, con la misma ilusión del día inicial, hacia el devenir que vamos a construir entre todos. A la vez que celebramos, con ustedes y gracias a ustedes, nuestros nueve —primeros— años completos, miramos el horizonte del décimo —y de los siguientes— que se abre, desde el mismo momento de la presentación de este número 36.