Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
37 – Invierno 2015
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

La siguiente referencia de 1954 nos muestra la continua evolución de los instrumentos de madera; apareciendo el requinto y aumentando el número de clarinetes y saxofones.
La fotografía de 1970-71 nos muestra como dato importante cuatro tubas y cinco percusionistas, ya que para dicha banda era un lujo disponer de esa cantidad de músicos en esos instrumentos, sobre todo tubas. Encontramos una agrupación muy homogénea: cuatro trombones, cuatro trompetas, dos fliscornos, etc. Por primera vez aparece el clarinete bajo, instrumento con una buena sonoridad y empaste con todos los instrumentos, sobre todo en el registro grave y medio. Francisco Casanovas Tallardá influyó de manera muy considerable en la incorporación de instrumentos que hasta el momento no habían tenido un lugar en la banda.
La relación de músicos de 1975 y 1976, nos muestra la aparición del fagot. Instrumento complicado debido a su técnica y sobre todo a la dificultad añadida de sus dobles lengüetas. Dicho instrumento junto con el oboe siempre ha sido escaso en la banda. Podemos ver como la trompeta ha pasado a dominar al fliscorno. Los instrumentos de percusión siguen evolucionando e incorporándose en mayor número a la banda.
En el año 1982 la banda estaba formada por 58 músicos, algunos de ellos muy jóvenes. Éstos eran en su mayoría educandos que estaban en la academia estudiando a diario y con una perspectiva en seguir su camino musical en el Conservatorio Superior de Música de Murcia. Cabe destacar la gran labor que realizó el Maestro D. Francisco Carchano Moltó educando e incentivando a estos jóvenes músicos, incorporándolos a los estudios en el Conservatorio de Murcia, influyendo considerablemente en la trayectoria musical de estos jóvenes.
Podemos apreciar que la banda se encontraba muy reforzada en algunos instrumentos: dos bombardinos, cinco fliscornos, veinte clarinetes -hay que tener presente que en la banda infantil había trece clarinetes-, frente a una sola flauta. Un instrumento que hasta este momento no había aparecido es el oboe. Dicho instrumento era difícil por sus delicadas cañas y por la falta de profesor especialista.
En el año 1983 hizo su presentación la banda infantil formada por 28 jóvenes y tres músicos colaboradores, todos ellos dirigidos por D. Francisco Carchano Moltó. Esta pequeña banda contaba con trece clarinetes, requinto, oboe, flautín, cuatro saxofones, trompa, fliscorno, tres trompetas, bombardino y dos cajas. Como colaboradores se incluía un saxofón barítono, bombo y platillos. Con ella se pretendía iniciar a los jóvenes músicos en las labores de conjunto, para posteriormente ver los resultados en la banda de la U.M.T. En esta época al igual que las anteriores hay que resaltar la gran labor que desarrollaba el director, ya que además de dirigir los ensayos correspondientes de la banda U.M.T. y banda juvenil, tenía que impartir clase individual a todos los instrumentos.
La banda en 1990 nos aporta más número de músicos en algunas especialidades importantes: tres flautas y un flautín, tres requintos, cinco percusionistas, un violonchelo. Sin embargo, tenemos algunas cuerdas más descompensadas, como por ejemplo los saxofones altos, ya que sólo hay dos, una trompa y la desaparición del fliscorno y del saxofón barítono –instrumentos muy importantes para conseguir una buena sonoridad en la banda-. Todas estas aportaciones son fruto del trabajo del director y de los profesores que se van incorporando progresivamente a la Escuela de la U.M.T.
La banda en 1995 sigue una línea ascendente sobre todo en su Escuela de Música, trabajo que se ve reflejado en la buena sonoridad que va adquiriendo paulatinamente la banda. Podemos ver como se incorporan: un fliscorno, un saxofón barítono, ya tenemos cinco flautas y un flautín, dos oboes, cuatro saxofones altos y dos trompas. Un instrumento necesario y que falta en la fotografía de 1995 es el clarinete bajo.
La fotografía del año 2002 nos muestra la incorporación de instrumentos muy importantes y que consiguen enriquecer la sonoridad de una banda; como son los dos fagotes, el violonchelo, que aunque no aparezca en la fotografía aparece en los datos adjuntos, y los cinco oboes que tenemos en la banda juvenil, que esperemos lleguen muy pronto a formar parte de la banda de la U.M.T. Gracias al trabajo de todos los profesores que forman la Escuela de la Banda y sobre todo al de su director, se están consiguiendo unos resultados maravillosos tanto en certámenes como en todas sus actuaciones, dejando siempre a la U.M.T. en el lugar que merece.