Diario de Bitácora 20130917

Tras meses a la deriva, nuestra nave por fin divisa tierra, pero el paisaje no puede ser más desolador... Desierto hasta donde alcanza la vista... La pregunta que surge es clara. Con algunos víveres para sólo tres días, ¿avanzar o retroceder? Con meses de navegación a nuestras espaldas, las dudas asaltan a mi tripulación, el miedo se huele en el aire, nadie se atreve a avanzar, pues el futuro es incierto; pero permanecer junto a la nave tampoco es solución (nuestra nave está en las últimas y tampoco aguantaría un día más de navegación)... En un momento de lucidez lo veo claro: quemar la nave es la única solución. Cuando todos duermen, me dirijo al barco y le prendo fuego... El fuego avanza rápido, ya nada se puede hacer. Cuando se dan cuenta es demasiado tarde, el barco se hunde y ahora sólo podemos avanzar... Por fin amanece, las caras de mi tripulación lo dicen todo, están derrotados, pero yo no me rindo, les dirijo unas palabras... Es fácil, les digo: «En tres días habremos muerto o habremos renacido, coged tan sólo lo necesario y avancemos». Espero no haberme equivocado.

Diario de Bitácora 20130918

No llevábamos ni un día de travesía por el desierto y nuestro compañero y amigo Alegría nos ha dejado. Se ha rendido o quizás se ha sacrificado para que nosotros podamos vivir un día más y así poder alcanzar nuestro destino. Esperamos volver a verlo en otra vida, o quién sabe, quizás cual Ave Fénix es capaz de resurgir de sus cenizas... La cuestión es que aún no se divisa oasis alguno, vegetación o punto en el horizonte hacia el que dirigirse, y esto hace mella en todos nosotros. Por mi parte, desconozco el motivo. Si es porque no siento el vaivén del barco debajo de mis pies, o por haber quemado el barco... Pero sea cual sea el motivo, siento impotencia y un nudo en el estómago, como quien está pasando el mono, un mono que sabe que ya no va a poder aplacar, pues ya no está en su mano. Esa sensación me está ahogando, hace que no sea yo mismo, me enfurezco con facilidad y lo pago con mi tripulación... Tras un día de caminar por el desierto, lo único bueno es que ha llegado la noche y toca descansar. Pero si esto sigue así no sé si viviremos para ver llegar el fin de semana, pues pese al sacrifico de Alegría sólo nos quedan provisiones para poco más de dos días.

Diario de Bitácora 20130919

Con todo, no me había fijado en la luna: es preciosa, una luna llena preciosa. Ya casi no tengo fuerzas para seguir, el nudo del estómago ha desaparecido, estoy en calma... Creo que es hora de decir adiós...

Diario de Bitácora 20130920

Ya no tengo fuerzas para nada, apenas puedo escribir estas palabras, pero antes de perder el conocimiento quiero...