Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
38 – Primavera 2015
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

Primer Premio Modalidad Tema Libre
VIII Certamen de Poesía “Balcón Poético Andaluz”
Regresó pero ya no era él,
en su lugar vino una sombra errabunda
de labios apelmazados,
manos temblorosas
y rostro transfigurado
por el horror de la contienda.
Regresó pero ya no era él,
y lo hizo con los ojos transidos de invierno,
con olor a hambre y zarzales,
con el resabio acre que deja en la boca
la sangre derramada en balde.
Madre lo advirtió apenas contempló
su desgalichada figura en el umbral,
con los hombros derrotados
bajo una manta guerrillera
y el pecho tan huero y desierto
como la umbría que poblaba su mirada.
Regresó pero ya no era él,
lo suplantó una conciencia
impregnada de silencio,
colmada de gravámenes,
de días que se le iban en el porche
sembrando el suelo de lascas
con su cuchillo de monte.
Madre convirtió su lecho en un dispensario,
una suerte de hospital de campaña
rico en besos, caricias y gasas,
a la postre esfuerzos pueriles y vanos,
pues ni el venero de su amor
ni el esplendor de sus treinta años
lograron sanar heridas pútridas y veteranas.
Se fue pero ya no era él,
partió sin rumbo una mañana
tras rozar mi frente con sus labios
y depositar su reloj en mi almohada.
Lucha, hijo mío, la libertad jamás es un regalo,
me susurró inclinado sobre mi cama.
Marchó sin alforjas al despuntar el alba,
con albarcas y en traje de pana,
con algo de embutido en el morral,
su cuchillo de monte y un par de manzanas.
Le vi alejarse desde mi ventana,
su figura cabizbaja arrastraba los pies,
pateaba su propia alma.
Yo tenía cinco años, quizá por eso
de mi padre apenas si recuerdo su espalda.