Más ausente de ti que de encontrarte,
me pierdo en las miserias de mi vida.
Y lloro siempre tu partida con hallarte porque sé
que de encontrarte corta ha de ser nuestra risa.
Y vivo por vivir esa caricia aunque solo
sea un instante, y vivo y vivir es un desastre
si no existes, amor, si solo te inventaste.
Soy prisionera del sueño que no existe,
ilusión corrompida por los años
donde tú un día, amor, me quisiste,
triste en los rincones solitarios.
Sola casi siempre, sola, ajena, llena de mentiras
y la verdad, la verdad de mi vida,
es que sigo sin saber quién soy,
no sé ni de dónde vengo, ni hacia dónde voy,
pero sí sé que te quiero más que a nadie.
No me responde el tiempo, ni la almohada,
pero sé que te quiero
más que a todo, más que a mí misma,
más que a nadie, más que a nada...
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