Me he hecho grande en el quehacer de los que caminan y me arrumban por las sendas de la vida, pequeña en los que me lanzaron al río buscando con sus lances insaciables y perdidos su camino, unas veces me hice respuesta, algunas me quede tal vez como pregunta a los infortunios, soy amuleto fiel de cualquier bolsillo, esplendorosa en los cuellos de los viajeros, otras goce para los que me soñaron y acertaron en sus no esperadas y posibles respuestas, otras veces fui quizás destino, otras casi descalabro y ahí sigo, aquí sigo dando botes, sin apenas ruido y chascándome con otras que corren mi misma suerte, soy la piedra, dura, capaz de sentir no más que el calor de un cuerpo errante, el tacto de una mano taciturna, unos labios que me besan con ternura, vivo sola, entre el gris y la tristeza y de mi lado en las orillas se anhela tocar el verde, sé que nunca moriré, mas seré perenne fósil, historia de tu pasado, no pases de largo ni me des patadas, soy del monte, ruda, bestia, basta, inútil, pero que recuerdes que soy tu tejado, que un día me pensaste y en él te has quedado...

A ti