Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número 31 – Verano 2013
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja


Uno de los peores enemigos a los que se enfrentó el ejército norteamericano durante la guerra del Vietnam no fueron las balas de los viet-congs, sino las picaduras de los mosquitos que transmitían la malaria. El número de bajas causadas por dicha enfermedad ascendió a más de 40.000, lo que supone un 11% del total de pérdidas sufridas por los estadounidenses. Curiosamente, las tropas de sus enemigos norvietnamitas no parecían sufrir los estragos causados por el parásito. Y eso fue debido a un proyecto secreto del ejército chino conocido como Proyecto 523.
A finales de los años 60 los militares chinos se embarcaron en una búsqueda de nuevos medicamentos contra la malaria y para ello revisaron todos los conocimientos recopilados por la farmacopea tradicional de su país. Tras probar más de 5.000 compuestos distintos, encontraron que los extractos del ajenjo dulce (Artemisia annua) eran muy eficientes contra el parásito. Había casos en los que incluso podían eliminar completamente la infección, algo que la quinina no conseguía hacer. La médico Tu Youyou fue la que caracterizó la artemisina, el principio activo con propiedades antimaláricas extraído de la planta, y de hecho lo probó en si misma para demostrar su efectividad.



La artemisina fue considerada secreto militar por los chinos hasta principios de los años 70. A partir de entonces fue dada a conocer al resto del mundo y se transformó en uno de los principales medicamentos antimaláricos. Tu Youyou recibió el premio Lasker por sus investigaciones en el año 2011. Considerando que la malaria es una de las principales enfermedades que afectan a la humanidad, no nos debe extrañar que el cultivo de ajenjo dulce se haya incrementado desde entonces. Pero hay unos cuantos problemas. El cultivo del ajenjo dulce no es sencillo y la cantidad de artemisina que puede extraerse por planta no es muy grande, así que nunca hay suficiente para tratar a todo el mundo que lo necesita (en el año 2010 había 200 millones de casos diagnosticados y se produjeron 655.000 muertes por malaria).


Artemisina


Pues eso puede cambiar gracias a la levadura del pan, nuestra vieja amiga Saccharomyces cerevisiae. Bueno, gracias a ellas y al grupo de científicos que han conseguido manipularla genéticamente para que pueda sintetizar ácido artemisínico, un precursor de la artemisina. La tarea no ha sido sencilla. La levadura panadera sabe hacer muy bien un montón de cosas como el pan o la cerveza, pero no sabe hacer artemisina. La única forma de “enseñarla” es mediante la transgénesis. Es decir, se cogen los genes de la planta Artemisia annua responsables de producir la artemisina y se introducen en el genoma de la levadura. Así obtenemos una levadura transgénica que lleva genes de planta en su interior.
La ventaja que tiene usar levaduras en lugar de plantas para producir un medicamento son muchas, pero fundamentalmente se reducen a dos: las levaduras crecen muy fácilmente, y dicho crecimiento no depende para nada del clima. Lo podemos hacer en un recipiente cerrado al cual le añadimos un medico de cultivo azucarado y en lugar de cerveza podemos obtener el medicamento.
En el año 2006 ya se realizó un intento de producir una levadura transgénica capaz de producir artemisina, pero los rendimientos fueron muy bajos. En el 2012 se intentó otra estrategia. Se consiguieron levaduras transgénicas capaces de producir hasta 1'6 gramos por litro de ácido artemisínico. Ese ácido luego era transformado en el laboratorio a artemisina. Sin embargo, esas cantidades, aunque similares que las conseguidas en los cultivos vegetales, aún no lo eran tanto como para que fuera barato producir el medicamento a gran escala.
Lo que han conseguido los investigadores liderados por C. J. Paddon y J. D. Newman ha sido conseguir una cepa de levadura transgénica capaz de producir hasta 25 gramos de ácido artemisínico por litro de cultivo. Esas cantidades van a permitir que se pueda establecer un bioproceso a gran escala para producir artemisina a bajo precio. Es posible que el lector piense que estos investigadores se van a "forrar" porque seguramente habrán patentado el microorganismo y el proceso. Bueno, tiene razón en la segunda parte de la frase, pero no en la primera. Toda la investigación ha sido financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates y por ello todas las patentes han sido dispuestas para que puedan ser usadas de manera gratuita. Estamos hablando de curar a las personas, no de hacer negocios.


Bibliografía y fuentes de las imágenes
Sina-English: http://english.sina.com/technology/p/2011/0923/399672.html
Artemisina: http://en.wikipedia.org/wiki/Artemisin
High-level semi-synthetic production of the potent antimalarial artemisinin. http://www.nature.com/nature/journal/v496/n7446/full/nature12051.html