Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
25 – Invierno 2012
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

Una vez reconquistado a los musulmanes el reino de Valencia por el rey Jaime I de Aragón, se organizó la defensa de la costa del reino en diez distritos marítimos o requirimientos guarnecidos con torres y castillos, correspondiendo a la Gobernación de Orihuela el distrito número 10, que estaba defendido por torres siguiendo las ordenanzas del 28 de junio de 1673. Las torres estaban guarnecidas por soldados del reino llamados torreros o atalayas, en número de tres o cuatro en cada torre. Uno de ellos, el llamado atajador, disponía de caballo propio, que mantenía a sus expensa, y por ello percibía un sueldo (el prest) algo superior al de los soldados torreros. Entre otras misiones, el atajador tenía la de hacer descubiertas por la zona de costa correspondiente a la jurisdicción de la torre, pasar los llamados pliegos o avisos al requiridor de las torres, que solía estar en la Gobernación, o sea en Orihuela, y a las torres inmediatas. Los torreros o atalayas hacían guardia de noche y de día estableciendo turnos entre ellos. Cuando se nombraba, el alcaide era el jefe de la guarnición de la torre y el encargado de hacer cumplir las normas del servicio. El décimo distrito de defensa de costa del reino de Valencia estaba compuesto por el castillo de Guardamar, la torre de Cabo Cervera, la Torre Vieja, que era la más antigua, la torre de Cabo Roig y la torre de la Horadada, que fue la última que se construyó. En la torre de La Mata, que en su origen era cuadrangular, no había soldados, ya que a todos los efectos estaba a cargo del administrador de las Reales Salinas por ser coto real.
LAS REDONDAS DE LAS TORRES
Dado que los soldados torreros que guarnecían las torres tenían un pequeño sueldo y obligaciones de hacer leña para las fogatas y humaradas para dar señales de alarma, Juan Alonso Pimentel, conde de Benavente y capitán general de la ciudad y del reino de Valencia, el 8 de octubre de 1600 concedió a cada una de las torres de la costa de la Gobernación de Orihuela la redonda de 2000 pasos castellanos (2820 metros) de tierra en su circunferencia y un radio desde la torre de 449 metros para el disfrute de los soldados de pastos, leña y demás que necesitaran. Por este motivo, en 1757, algunos propietarios de las tierras lindantes con las redondas de las torres entraron en litigio, como es el caso de Nicolás Pastor, que en aquella ocasión reclamó la reducción del terreno concedido a las torres por considerar que se le había usurpado parte de sus tierras para dárselas a las torres, siendo entonces requiridor de éstas Juan Francisco Viudes. Después de un largo litigio, el tribunal del reino decretó la reducción de la redonda de las torres a 500 pasos, con la obligación por parte de algunos propietarios de las tierras recuperadas de facilitar agua de sus aljibes a los torreros.
LAS TORRES DE DEFENSA DE LA COSTA DE ORIHUELA
Las torres de defensa de la costa de Orihuela eran de forma circular, con un radio de 8'97 metros, con dos bóvedas y plaza de armas. Desde su construcción, en las torres, a lo largo de los años, se realizaron obras a tenor de las ordenanzas, principalmente en el reinado de Felipe II.