Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
25 – Invierno 2012
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

Estoy leyendo a Poe. Nunca antes había leído ni novelas ni relatos de terror. La verdad, no me interesaban.
Pero a veces uno se embarca en pequeñas aventuras que le hacen adentrarse en mares oscuros y desconocidos.
En esa travesía navegué por relatos con diferentes temáticas; la muerte, la venganza, la perversidad humana, el entierro de los vivos, la vuelta de la muerte... con diferentes estilos; góticos, fantasmales, leyendas... y de diferentes autores, pero siempre terminé atracando en el mismo puerto y entrando en su vieja taberna para echar un trago con el maestro...
Un trago amargo las más de las veces, un trago que conforme pasa va quemando las entrañas, un trago que siempre fue intenso.
Dicen que era fácil echar un trago con el maestro..., con Edgar Allan Poe.
Los relatos de Poe son como ese trago, te engancha desde el principio con mucho sabor, su aroma te llena la boca y si pasa la garganta su calor te reconforta pero empieza a nublar la razón, y finalmente puede hacerte perder la cabeza o revolverte el estómago.
Poe no necesita grandes ambientes, ni tétricos o tópicos castillos góticos o sangrientos. Poe no persigue adoctrinarnos ni enseñarnos a diferenciar entre el bien y el mal, sólo cuenta sus historias tal como son. Poe nos descubre nuestros miedos interiores, aquellos que proceden del alma, que son tan antiguos como el mundo y a la vez... tan actuales.
Ya dijo Tito Livio: «El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son».
Su forma de narrar situándose como el protagonista del relato es ciertamente magistral y dota a sus historias de un realismo extraordinario.
«No espero ni remotamente que se conceda el menor crédito a la extraña historia que voy a relatar. Por mi parte sería verdaderamente insensato esperarlo, ya que hasta mis propios sentidos rechazan su realidad. A pesar de todo, yo no estoy loco ni soñando. Pero por si muero mañana, quiero hoy aliviar mi alma».
-El gato negro-
«Había yo soportado hasta donde me era posible las mil ofensas de que Fortunato me hacía objeto, pero cuando se atrevió a insultarme juré que me vengaría».
-El barril de amontillado-
«¡Es cierto! Siempre he sido nervioso..., muy nervioso..., terriblemente nervioso.
»¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco?
»La enfermedad había aguzado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno.
»¿Cómo puedo estar loco, entonces? Escuchen... y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les cuento mi historia».
-El corazón delator-
Personajes que comienzan así sus narraciones hacen una perfecta declaración de intenciones, un aviso a navegantes o más bien un canto de sirenas que nos sumerge irremediablemente en sus obsesiones, sus perversidades o sus sueños... Menos mal que, como él mismo expresó:
«Al despertarnos, rompemos siempre la tela de araña de algún sueño. Y a pesar de ello, un instante después, tan delicado es sin duda ese tejido, no nos acordamos en absoluto de haber soñado».
-El pozo y el péndulo-
Sin duda tenía razón H. P. Lovecraft cuando afirmó que: «Los espectros de Poe adquirieron una malignidad harto convincente que no poseían los de ninguno de sus antecesores y fundó un nuevo modelo de realismo en los anales del horror literario».
Dicho esto, os animo a que leáis los relatos de Poe, esos que me han hecho estremecer, y así descubriréis el infortunio de Fortunato, si lo que toman por locura es en realidad la agudeza de los sentidos o si encontrarán algún día alivio el alma de Guillermo Wilson, del marido y padre de Morella, la del señor Valdemar o la del un día amante y bondadoso amo de Plutón.
Y si tenéis la misma suerte que yo, hacedlo en un ejemplar editado en 1966 con las sugerentes cubiertas de la época, en este caso de Noiquet, con las páginas amarillentas y ese aroma especial que parece haber estado emparedado como alguno de los personajes en él citados.
Pero si sorprendente es el maestro como narrador, no os perdáis sus poemas.
Siguen siendo un trago amargo, un trago intenso, atormentado y a la vez esperanzado, pero sobre todo, terriblemente bello.
Leonora, Berenice, Elena, Morella, Annabel... Virginia. Son la mayor expresión del amor sin límites, amor atormentado, amor puro, amor esquivo, imposible, desnudo, verdadero...
Así se muestra el maestro en la que consideraba la expresión literaria más sincera y completa, la poesía.
¿Qué hado extraño
me condujo aquella noche
hasta el parque de las rosas
que exhalaban
los suspiros perfumados
de sus almas?
-A Elena-
Annabel Lee, quizá la más famosa amante que vivió en un reino junto al mar, en un fragmento del poema original:
That a maiden there lived
when you may Know
by the name of Annabel Lee;
And this maiden she lived
with no other thought
than to love and be loved
by me.
The angels, not half so
happy in heaven,
went envying her and me...
… and neither the angels in
heaven above,
nor the demons down under
the sea,
can ever dissever my soul
from the soul
of the beautiful Annabel Lee...
-Annabel Lee-
En mi opinión este poema define perfectamente el carácter de Poe, entre sus miserias, sus angustias y sus esperanzas...
Y sostengo en mi mano
granos de la dorada arena.
¡Qué pocos! Sin embargo, cómo se arrastran
entre mis dedos hacia lo profundo.
Mientras lloro, ¡mientras lloro!
¡Oh Dios! ¿No puedo aferrarlos
con más fuerza?
¡Oh Dios! ¿No puedo salvar uno de
la implacable marea?
¿Es todo lo que vemos o imaginamos
un sueño dentro de un sueño?
-Un sueño dentro de un sueño-
Si algún día visito el cementerio de Baltimore no llevaré flores, llevaré una botella de Bourbon y brindaré por aquel cuervo que salió de su imaginación y un día llamó a mi ventana...
Y la ventana abrí: revolcando
vi entonces un cuervo venerando
como ave de otra edad;
sin mayor ceremonia entró en mis salas
con gesto señorial y negras alas
y sobre un busto, en el dintel, de Palas
posose y nada más.
-El cuervo-
Como dije al principio, uno se embarca en pequeñas aventuras que le hacen adentrarse en mares oscuros y desconocidos. La lectura es quizá la aventura más grande que vivamos en nuestras vidas, por eso me sumergí en la literatura de terror y misterio, y si queréis disfrutar de ella, desde estas páginas os invito a vivir con nosotros una auténtica:
“NOCHE DE MIEDO Y MISTERIO”
HOMENAJE A LA LITERATURA FANTÁSTICA Y DE TERROR
que tendrá lugar el próximo sábado día 25 de febrero en la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja, a partir de las 22.00 horas.
Prometo que será un trago amargo, un trago intenso, un trago con el maestro...