Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
24 – Otoño 2011
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

A menudo la vida se presenta
como un sueño roto
que nos doblega,
haciendo que sucumbamos
a la desesperanza y al desgarro interior.
Pero es precisamente
la capacidad de resurgir de sus cenizas
lo que le confiere grandeza y dignidad
al ser humano.
De este modo, las vicisitudes
se transforman en nuevas oportunidades
para crecer y mejorar como personas.
Dedico mi poema
“Luna de otoño”
a todas las mujeres
invisibles que, sumidas
en un otoño crepuscular
de dolor y soledad,
son capaces de retomar
las riendas de su vida
para sobrevivir a sus miedos.
LUNA DE OTOÑO
Amiga mía, mi Bella Lola,
luna de otoño de luz crepuscular,
luna creciente en el dolor,
compañera de soledades detenidas en un tiempo sin retorno.
Eres luna que mengua en ilusiones y anhelos,
luna pálida que se resiste al rubor de un deseo dormido,
noche fría, mirada ausente, horizonte carente de infinitud,
corazón olvidado en paraíso prohibido.
Hoy has mostrado al mundo tus labios suplicantes,
cristales rotos de tu alma penitente,
y me has hecho recordar cuán largo es el camino
de quien nada espera, de quien ya no sueña, de quien todo teme.
Hoy he sentido tus gélidos brazos, prisioneros de cálidos recuerdos,
hojarasca otoñal, juguetes rotos a merced de un viento recio
que reabre las heridas y sacude los cimientos.
Pero vendrá la mañana, danzarán vientos serenos,
y una luna llena amiga alumbrará nuevos fuegos.