Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
24 – Otoño 2011
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

PIEL DE AGUA¹ La lluvia de otoño llamó a la ventana y un millar de gotas se dibujaron sobre el frío y empañado cristal, levanté la mirada y el cielo roto lloró mil más. Temblorosas, risueñas, todas perfectas en su efímera vida, danzaban sobre su transparente mar y de repente, en ese continuo, dos comienzan a caminar. Dos gotas palpitantes que se rozan con piel de agua dan inicio a su odisea navegando en la distancia, tan sencillas y elegantes que no las puedo dejar de mirar. Sobre el vidrio resbalan, se separan y se cruzan sin rumbo aparente, ora apasionadas entre sus iguales bailan, ora en soledad reposan sobre el cristal. Con el dedo desde dentro las intentas guiar, inútil gesto, vano intento, maldito empeño el nuestro en doblegar el azar. La tormenta cesa, cerca está la calma, cerca está la paz, lentamente se mecen las gotas en el cristal, el tiempo se detiene... y a pesar de todo las dos siguen su zigzag, con su piel de agua en el primer rayo de sol se vienen a rozar, con su piel de agua brillante se vuelven a encontrar. Trémulas, cual lágrima emocionada, ansiosas, sintieron su imperfección, pues desde que rozaron su piel de agua la una dentro de la otra están. Piel de agua, lluvia de otoño, mar de cristal, la mirada retiro pues el Amor habla ya, y dos gotas palpitantes sedientas se han de besar.
17 de septiembre de 2011 ¹Nada más lejos de mi intención que escribir poesía. Sin embargo, cuando intentas poner en palabras los sentimientos, éstas brotan con cierto ritmo, con cierta música, quizá inspirada en el amor o la felicidad de aquéllos a quienes van dirigidas. ¡Qué cosa tan extraña es la felicidad! Nadie sabe por dónde, ni cómo, ni cuándo llega, y llega por caminos invisibles, a veces cuando ya no se la aguarda. (Henrik Johan Ibsen)
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