Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número 20 – Otoño 2010
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

Según el libro Torrevieja, torre niña, torre eterna del profesor torrevejense Antonio Martínez Duréndez, Miguel Hernández, antes de comenzar la guerra civil, estuvo en Torrevieja visitando las salinas y disfrutando de la playa unas horas. Con motivo de aquella plácida jornada que el poeta pasó en esta ciudad escribió algunos versos, quizás de los pocos de su obra que mencionan el mar y su entorno, aunque en algunos de sus poemas aparecen sustantivos relacionados con el mar, como faro, naufragio, balneario, velero, playa, pescador, barca, arena y otros.


Me tendí en la arena

para que el mar me enterrara,

me dejara, me cogiera…

¡Ay de la ausencia!



El centenario


A lo largo del presente año, con motivo del celebración del centenario del nacimiento de Miguel Hernández, distintos medios de comunicación de prensa, radio, televisión e internet han publicado numerosas noticias relacionadas con el poeta: su biografía, su obra literaria, la casa museo, las obras de recuperación que se están realizando en el edificio de su casa natal, el Centro de Estudios Hernandianos, el patronato de la fundación que lleva su nombre, la senda del poeta, homenajes, libros, revistas, artículos, conferencias, cursos, exposiciones, composiciones musicales, conciertos, etc. Todo ello en recuerdo de este universal poeta nacido en Orihuela el 30 de octubre de 1910 y fallecido en Alicante el 28 de marzo de 1942.


Tengo estos huesos hechos penas

y a las cavilaciones estas sienes:

pena que vas, cavilación que vienes

como el mar de la playa a las arenas.


Como el mar de la playa a las arenas

voy en este naufragio de vaivenes.

por una noche oscura de sartenes

redondas, pobres, tristes y morenas.


Nadie me salvará del naufragio

Si no es tu amor, la tabla que procuro,

si no es tu voz, el norte que pretendo.



La infancia


Como sabemos, la infancia de Miguel Hernández transcurrió entre las tareas de pastoreo, que comenzó a los siete años ayudando a su hermano Vicente, y la asistencia al Centro de Enseñanza Nuestra Señora de Monserrat, en el fue escolarizado (1915-1916) y la Escuela del Amor de Dios, en el que recibió enseñanza primaria (1918-1923), para posteriormente realizar estudios de bachillerato en el Colegio de Santo Domingo (1923-1925).



El pastor


Antes de cumplir los catorce años, a requerimiento de su padre, no tuvo más remedio que abandonar los estudios que realizaba en el Colegio de Santo Domingo para atender el ganado familiar, aunque nunca dejaría su aprendizaje como autodidacta, tanto en el campo como en la biblioteca de D. Luis Almarcha, canónigo de la catedral de Orihuela.



Los viajes


Miguel Hernández, casi siempre con motivo de actos culturales, congresos literarios, o como colaborador en las misiones pedagógicas a las que pertenecía, realizó viajes a varias ciudades de España, entre ellas Madrid, Cartagena, Cabo de Palos, Fuente Álamo, Zarcilla de Ramos, Salamanca, Ahigal de Villarino, Brincones, Puertas de Iruelos, Puertollano, Mestanza, Vadepeñas, Albaladejo, Valencia, Torrevieja y otras, además del viaje que realizó a Rusia para asistir a un festival de teatro soviético. Como soldado de la República, estuvo en los frentes de Teruel, Andalucía y Extremadura y otros.


Sus poemas


No cabe duda de que entre las principales fuentes de inspiración de los poemas de Miguel Hernández se encuentran el campo y la huerta en la que trabajó como pastor, su casa, su familia y el entorno donde vivió, la montaña, el río y la naturaleza en general. Fue sencilla y dura la vida de Miguel Hernández desde la infancia, estudiando y trabajando de pastor con su padre, la juventud con sus viajes a Madrid, las penas y sufrimientos durante de la guerra civil, la cárcel y su temprana muerte a los 31 años de edad en la prisión reformatorio de adultos de Alicante, después de haber contraído una enfermedad pulmonar con proceso de tuberculosis. Su poesía está impregnada de múltiples referencias a la tierra y a la naturaleza en general. Por curiosidad, leyendo sus poemas, he ido anotando algunos de los sustantivos que aparecen en ellos, entre los que se encuentran los siguientes:

Sobre la tierra y el firmamento: el Sol, la Luna, Júpiter, la Vía Láctea, los luceros, el cielo, las nubes, la tierra, el campo, la campiña, el prado, el árbol, la rama, la fruta, la planta, los rastrojos, la zarza, la semilla, la aldea, el huerto, la fuente, los valles, las montañas, las colinas, los senderos, los ríos, el huerto, el jardín, el camino, el sendero, la alameda, el agua, el barbecho, la acequia y otros.

Sobre los fenómenos atmosféricos: la nieve, la escarcha, la lluvia, el viento, la brisa, el relámpago, el frío, el eclipse, la sequía, las nubes, la luz, el día, la noche, el alba, el crepúsculo, la mañana, la tarde, la aurora, la primavera, el invierno y otros.

Sobre los animales del campo: el toro, el buey, la oveja, el cordero, el ganado, el jabalí, el lobo, el águila, el sapo, el grillo, la culebra, la serpiente el lagarto, el gallo, la abeja, la avispa, la cigarra, araña, el cisne, el ruiseñor, el loro y otros.


Alza, toro de España; levántate, despierta.

Despierta del todo, toro de negra espuma,

que respiras la luz y rezumas la sombra,

y concentras los mares bajo tu piel cerrada.

 

 

 


Sobre los árboles y las flores: el algarrobo, el haya, el roble, el pino, el olivo, el chopo, el ciprés, la palmera, la viña, el limonero, la higuera, el almendro, el cerezo, el trigo, el ciruelo, el dátil, el limón, la granada, la manzana, el higo, la breva, el jazminero, el azahar, el clavel, el nardo y otros.

Sobre las divinidades, los santos, las personas, los sentimientos, los placeres y las diversiones: Dios, Cristo, María Santísima, San Francisco de Asís, la gloria, la esposa, el hijo, los amigos, la pastora, el niño, el muchacho, el torero, el malabarista, el pastor, el hortelano, el dulzainero, el malabarista, la melancolía, el llanto, la soledad, el sosiego, el amor, el sueño, el beso, la tristeza, el sufrimiento, la pena, el dolor, la soledad, la sonrisa, la alegría, el bullicio, el alma, la siesta, las fiestas, la hermosura, la belleza, el vicio y otros.

Sobre los continentes, los países y las poblaciones: Europa, España, Castilla, Jaén, Albacete, Sevilla, Alemania, Italia y otros.

Sobre los alimentos, los colores y otros: el pan, el cocido, el vino, el plateado, el rojo, el negro, el amarillo, el verde, el azul, ceniza, abanico, cristal, prisma, la paz, el mar, diamante, la muerte, la miseria, la guerra…


No quiero morir-dormir,

no quiero dormir muriendo

en sagrada tierra estéril…

¡Yo quiero morir viviendo!