Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
77 – Invierno 2025
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

XVI
Concurso Internacional Ars Creatio «Una imagen en mil palabras»
Roger
Fernández Lopera (Tordera, Barcelona) y Ana Vega Burgos (Villafranca, Córdoba),
galardonados en las respectivas fotografías
El
fallo del jurado se anunció en la presentación de la revista de otoño 2024
Como
cada mes de octubre, la revista Ars
Creatio presentó su número otoñal. Se da la circunstancia de que esta
septuagésima sexta entrega completa el decimonoveno año de vida de la publicación,
y en consecuencia anuncia el próximo, el vigésimo. Cabe esperarlo muy especial
para los integrantes y seguidores de la asociación, cuyas actividades culturales
durante este tiempo han venido añadiéndose a la originaria, la revista que
lleva su nombre, y que desde finales de 2005 acude ininterrumpidamente a su
cita trimestral con autores y lectores de todo el mundo.
El
domingo 13, a partir de las 19.30 horas, y como es habitual en los últimos años
en los días próximos al de la Hispanidad, tenía lugar el anuncio del fallo del
jurado del concurso internacional «Una imagen en mil palabras», en la edición
de 2024. Al acto, celebrado en el Palacio de la Música y presentado por José
Miguel Toro Carrasco, asistió la concejal Sandra Sánchez Andréu.
En
este número concluye asimismo la serie de cuatro portadas de la artista y
profesora Olga Sánchez Andréu, con cuadros cedidos para tal fin, de relevante
significación para ella, que reflejan sendos paisajes locales desde el peculiar
punto de vista de su pintura. En esta ocasión, la otoñal imagen ha correspondido
al templete del parque de Doña Sinforosa. Ars Creatio reitera su agradecimiento
a Olga Sánchez por esta extraordinaria colaboración.
Una
de las anécdotas de la noche consistió en que no se pudo acceder a Internet en
el recinto, justo al dar comienzo la presentación, y cuando en los preparativos
no había habido problemas. Después de una serie de infructuosos intentos, José
Miguel Toro, directivo de la asociación, reseñó los numerosos artículos de este
número gracias a que había tenido la precaución de tomar apuntes escritos en
papel. De esta elegante manera salvó la contingencia y el público asistente,
pese a no poder ver —todavía— la revista digital, tuvo detallada noticia de su
contenido.
Por
orden alfabético de las secciones, éstas comienzan con el artículo de la
bióloga Estefanía Alonso dedicado a la defensa de los chorlitejos patinegros y
a la delicada situación con la que bregan en sus lugares de nidificación.
Alejandro Blanco nos descubre las inquietudes del actor aficionado (incluso
profesional) de teatro antes de que se abra el telón. A partir de textos de
María Zambrano, la filósofa Ángeles Boix desarrolla un erudito estudio sobre su
materia en relación con la poesía.
La
historia cuenta con cuatro artículos. María José González Vicedo reseña la
novela El viaje de la reina, que trata la figura de Toda, esposa de
Sancho Garcés I de Navarra. Miguel Ángel López Andújar llama la atención del
lector sobre las modalidades y motivaciones del turismo de guerra. Antonio
Manuel Berná trata sobre la materialidad de la guerra en la Edad moderna, con
sus ejércitos, armamentos y fortalezas. Y Amparo Moreno recupera los cuentos,
los dichos y las canciones que los abuelos transmitían a los nietos y que por
cuestión del inevitable paso del tiempo están destinados al olvido.
En
Literatura, Jesucristo Riquelme destaca el libro Revivir, que la
periodista alicantina Asunción Valdés (a quien tendremos la oportunidad de
escuchar en vivo el próximo jueves 17) dedica a Carmen de Burgos, pionera en la
profesión. Y otra mujer, la poetisa torrevejense Trina Mercader, es la
protagonista de sendos artículos de José Miguel Toro (que está trabajando por dar
a conocer su obra desde las fuentes originales) y de su biógrafo, Fernando de
Ágreda, en colaboración especial para este número de Ars Creatio.
Gabriel
Estañ Cerezo publica el segundo capítulo de su novela La venganza de los
infames, continuación del primero, que fue cedido por su autor para el
número anterior. La poesía, en sus diversos tonos y tratamientos, lleva las
firmas de Antonio Pérez Boj, Modesto González Lucas, Felipe Serrano, Luis
Pascual Limiñana, Lucía Pastor y Rosalía Estela Salas. Los relatos, asimismo de
gran variedad, las de María del Carmen Juárez Ramos, Raimundo Martín Benedicto,
Alfonso Pérez Gracia (segunda publicación póstuma), Conchita Moreno Alonso,
Ahmed Mgara y Manuel Pérez García.
A
todo lo cual se añaden las noticias generadas por la entidad cultural en el
pasado verano y, en la sección especial de cada otoño, los relatos ganadores del
XVI Concurso Internacional Ars Creatio «Una imagen en mil palabras». En esta
edición, los autores se inspiraron en dos fotografías de Tomás Ortiz Mendiluces,
que fue invitado a subir al escenario para dar pormenores sobre sus dos obras. Participaron
346 relatos (un considerable aumento con respecto a la de 2023), 178 en la foto
1 y 168 en la 2. En cuanto a la procedencia, 203 se enviaron desde distintas
localidades españolas, que abarcan a la mayoría de sus provincias; y 143, desde
países de Hispanoamérica y otros, con Argentina, Colombia, México, Cuba y Perú
con la mayor participación.
El
jurado, como en la pasada edición, estuvo compuesto por María Benavent, José
Miguel Toro, María del Carmen Juárez y Jerónimo de San Nicolás, además del
presidente, Antonio Sala, encargado de dar algunos pormenores de este certamen (con
el agradecimiento a la página www.escritores.org,
donde viene anunciándose cada primavera) y de hacer públicos los dos títulos
ganadores y sus autores con la lectura del acta. Tras ser calificados todos los
relatos, fueron seleccionados los primeros de cada foto, después sometidos a la
deliberación final. Una vez concluida ésta, se acordó otorgar los premios de la
siguiente manera:
Foto
1: Nuestro paraíso, de Roger Fernández Lopera, residente en Tordera (Barcelona).
Foto
2: La niebla, de Ana Vega Burgos, residente en Villafranca (Córdoba).
Se
da la circunstancia de que el autor catalán, muy joven, es novel en estas
lides, mientras que la andaluza ya ha recibido numerosos galardones en relato y
en otros géneros literarios, como poesía, teatro o novela. La literatura parece
haber querido recoger así, también en los escritores premiados, el momento
temporal de los protagonistas de las dos imágenes de Tomás Ortiz.
Ambos
relatos fueron interpretados, respectivamente, con la adecuada selección
musical y PowerPoint al efecto de José Miguel Toro, por Ana María Torres
González y Primi Gómez García, en una colaboración especial para esta ocasión;
dos voces femeninas que transmitieron y matizaron los textos de los autores de Tordera
y Villafranca. Estos dos relatos ya están incluidos en el sumario de este
número 76 de Ars Creatio, al que se puede acceder desde la dirección electrónica
habitual: www.arscreatio.com.
La
presidente de Ars Creatio, Josefina Nieto, entregó el recuerdo de la noche a Tomás
Ortiz, en agradecimiento por la cesión de sus dos fotografías para este
concurso, la contribución anual de la entidad cultural para estrechar lazos con
los países hermanos de Hispanoamérica. Y aquí radicó la otra anécdota de la sesión,
ésta con carácter retroactivo: es conocido el estreno en TVE en la noche del 12
de octubre, y su posterior repercusión en la prensa, de un documental en el que
un equipo de investigadores de la Universidad de Granada, dirigido por José
Antonio Lorente, después de analizar los restos de Cristóbal Colón, dedujo que
el almirante era un judío español. Pues bien, esa misma tesis —a la que llegó
por otros medios— defendió Óscar Villar Serrano, allá por el invierno de 2006, precisamente
en la presentación del número 0 de la revista Ars Creatio, en la que dio noticia de su libro Cristóbal
Colón: el secreto mejor guardado. Por supuesto, sin validar ni rebatir nada
—no estamos capacitados para ello—, nos limitamos a subrayar el hecho de que la
caligrafía y la genética, aun con decenios de diferencia y de parte de
distintos valedores, han llegado a la misma conclusión.
Fue el presidente argentino Hipólito Yrigoyen, recogiendo inquietudes similares en aquellas tierras, quien decretó en 1916 que el 12 de octubre fuera «feriado» (festivo) para resaltar que «el descubrimiento de América es el acontecimiento de más trascendencia que haya realizado la humanidad» y para «consagrar la festividad de esta fecha en homenaje a España, progenitora de naciones». Posteriormente, haciéndose eco de las ideas de otros autores y tras su paso por la embajada en Buenos Aires, Ramiro de Maeztu abogó en nuestro país por llamar «Día de la Hispanidad» a la celebración. Y es que, pese a los derroteros que hoy corren, todavía quedan algunos historiadores americanos —incluso otros españoles, que todavía tiene más mérito— hispanistas que, dando la murga a contracorriente, nos lo recuerdan.