Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
76 – Otoño 2024
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja
Barcelona,
Nochevieja 1963
Mi
marido, Miguel Aráez Suárez, me contó cómo fue el día en que embarcó como
emigrante. Me he limitado a dar forma de relato a su recuerdo. Este escrito
también es un reconocimiento al importante papel que tuvieron las Hermandades
de Torrevejenses.
Era
el día 31 de diciembre de 1963. Yo tenía 22 años. Barcelona, frío, mar en calma
y un barco de nacionalidad sueca, en el cual embarqué a media mañana, con mis
papeles en regla. Tenía un contrato de tres meses como camarero de oficiales.
Era un trabajo totalmente desconocido para mí.
La
noche era especial, Nochevieja. Muy nervioso y preocupado, empecé a trabajar.
Todos querían beber, hablar, reír. Descorchando botellas, sirviendo mesas y
fregando platos fue pasando el tiempo. Y a todo esto, por el desconocimiento
del idioma, sin entender na de na. Terminé desanimado. Salí a la
calle. Era ya tarde. Necesitaba hablar.
Con
cansancio y mucha tristeza, encaminé mis pasos hacia la Hermandad de Torrevejenses.
Aún había gente, no mucha. Encontré a dos personas, que, no sé, parecía que me
estaban esperando, o quizá yo lo sentí así, debido a mi gran deseo de comunicar
todo lo que sentía.
Y
empezamos a hablar. Habíamos compartido juegos, escuela, fiestas. Hubo tema
suficiente de recuerdos y nostalgia. Ellos eran dos marineros expertos por sus
años de navegación.
Tras
escuchar mis temores, me hicieron ver que por la mala experiencia de esa
primera noche no debía desembarcar. «Tienes que seguir adelante —dijeron—. Es
difícil, lo sabemos». Y así, hablando, fui escuchando y aceptando sus consejos.
Después reímos, brindamos y hasta cantamos habaneras. Ya de madrugada volví al
barco. Aún brillaba alguna estrella. Mi ánimo era más positivo.
Han pasado muchos años desde aquella lejana noche. A Mariano Mercader y a José María Follana, nunca los olvidaré. Desde la distancia, les envío el abrazo más sincero a ese lugar al que van los marineros que ya se han ganado el cielo en su lucha con el mar.