Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número 76 – Otoño 2024
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

La estrella que guio a Trina Mercader

Querida Trina: 

Leyendo los artículos de la revista Dos orillas que te homenajean, he tratado de rememorar los momentos principales de tu vida. Tu nacimiento en Torrevieja presagiaba un tiempo tranquilo para tu infancia y adolescencia, cerca del mar con tus padres tan queridos. Sin embargo, van a llegar tiempos turbulentos en España. Y la estrella de Trina empieza a cambiar de rumbo. Su familia de Larache anima a su madre y a ella a que les visiten para evitar tanta penuria. ¡Cómo iba a ser si se había desencadenado una guerra civil que tantas penalidades traería aparejadas! Pero Trina siempre echó de menos los paisajes de Torrevieja y de Pilar de la Horadada, de su Alicante donde se había iniciado su aventura vital, sus primeros amigos. Trina se desahoga y se consuela escribiendo pequeños poemas que no enseña a nadie. La estrella de Trina la va a poner en contacto con alguien que aprecia el valor de su poesía: se trata de Cesáreo Rodríguez Aguilera, que residía por entonces en Larache, aunque pronto se trasladará a la península por su carrera de magistrado. Cesáreo la animará a dar a conocer esos poemas que ella escribe con un significativo pseudónimo, Tímida. Trina, romántica y soñadora, intuye que aquel ambiente necesitaba un vehículo de transmisión, así va a nacer la revista Al-Motamid. Verso y prosa, siempre aconsejada por el propio Cesáreo.

Esa revista será el timón de la vida de Trina en Marruecos, como ella misma ha confesado en sus memorias. La andadura de esta revista no será «un camino de rosas», pero ella es capaz de soportar los vientos y las tempestades. Y también los «hallazgos», como ella repite y valora. La estrella de Trina la empuja y la anima: los poetas de Melilla, Jacinto López Gorgé, Pío Gómez Nisa especialmente. Los poetas árabes de Oriente, incluso desde Argentina, se hacen eco de su revista y colaboran en la misma con entusiasmo, como Benedicto Chuaqui. Los jóvenes arabistas españoles encabezados por el «maestro» Emilio García Gómez: Fernando de la Granja, Ángel González Palencia, Soledad Gibert y Enrique Perpiñá. Pedro Martínez Montávez es un caso especial: Trina editaría uno de sus primeros estudios con traducciones de los poetas estudiados: La escuela sirio-americana (Itimad, Tetuán, 1955).

Hay un año crucial en la vida de Trina: 1953. La estrella de Trina brilla como nunca. Vicente Aleixandre visita Tánger y Tetuán invitado para impartir algunas charlas y dar a conocer sus poemas. De aquella visita queda un precioso testimonio que traerá el mayor consuelo para Trina y su entusiasta labor: la famosa Carta marroquí en la que Aleixandre le relata su visita a Tetuán. Es algo así como un espíritu que llega y se comunica entre los amantes de la poesía. Imagino a Trina llena de emoción, «hasta las lágrimas», leyendo esta carta, tranquila en su casa, acercando la carta del gran Aleixandre a su corazón. Ya podía descansar tranquila. La estrella de Trina la iluminaba con toda la fuerza. Y ya nunca la abandonaría. 

 

Fernando de Ágreda Burillo

Arabista, doctor en Filosofía y Letras, profesor de Lengua Árabe en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid, director del Centro Cultural Español en Fez (Marruecos), estudioso de su obra, biógrafo y amigo personal de Trina