Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número 76 – Otoño 2024
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

¿Y si hablamos de conservación? Chorlitejos patinegros


Esos pequeñajos con plumas, que alegran la orilla de la playa con sus carreras de aquí para allá y con sus vuelos casi al ras de las olas, son los protagonistas de este escrito y del proyecto «Chorlitejos y Patinegros CYP».

Quizá haya quien pueda pensar que qué importancia pueden tener unas aves que casi ni se ven y por cuya «culpa» se han limitado zonas de playa quitándolas de nuestro disfrute... «¡Qué disparate! ¡Si ése era el mejor sitio para poner la sombrilla!». «¿Por qué unos pájaros tienen esos derechos? ¡Si ni siquiera tienen colores vistosos!».

Es cierto, son muy discretos, prácticamente invisibles, del color de la arena, con el tamaño de una lata de refresco y, también, muy escasos, tremendamente escasos... Se trata de una de las especies más amenazadas de la Comunidad Valenciana y del resto de España, y es que su población ha caído más de un 70% en los últimos 30 años... Entonces, la presencia de chorlitejos patinegros, Charadrius alexandrinus, en un espacio natural como la playa de La Mata o en el Parque Natural de las Lagunas de la Mata y Torrevieja, es una auténtica maravilla, una suerte que debemos cuidar para no perderla, pues el valor de una especie no radica en su tamaño, ni en su apariencia física, ni siquiera en si nos resulta más o menos simpática; cada especie tiene valor en sí misma y todas ellas son esenciales en el mantenimiento de sus ecosistemas.

Los chorlitejos patinegros habitan tanto en arenales costeros como en humedales, ya sean éstos de interior o costeros; áreas que se han ido modificando sin mesura y desapareciendo al ritmo que ha ido marcando la urbanización, voraz desde el último cuarto del siglo XX. He aquí la principal causa del descenso en las poblaciones del chorlitejo patinegro: la pérdida de su hábitat.

En Torrevieja, el humedal del Parque Natural de las Lagunas de la Mata y Torrevieja, así como el arenal del Paraje Natural Municipal del Molino del agua, son fabulosos espacios que reúnen los requisitos necesarios para esta especie y, por esa razón, aún podemos encontrar en ellos algunas parejas de chorlitejo patinegro, además de otras especies con las que comparten nicho ecológico. La presencia aquí de estas aves es una noticia realmente positiva ya que, al igual que la planta marina Posidonia oceánica, que tanto «repelús» genera entre los/as usuarios/as de las playas, ambos son organismos bioindicadores, es decir, son especies que para poder vivir en un lugar necesitan que éste cumpla una serie de requisitos ambientales; el principal, sin duda, que no haya contaminación. Por tanto, la presencia de estas especies es una clara señal de la buena salud de un espacio natural. Un extraordinario motivo para alegrarse de su presencia, ¿verdad? ¿Y si además añadimos que cumplen funciones biológicas claves? Entre otras, los chorlitejos patinegros equilibran las poblaciones de diversos organismos, como las de insectos, entre los que se incluyen los molestos mosquitos, y otros pequeños invertebrados, que forman parte de su dieta; en cuanto a nuestra querida posidonia, ella limpia el agua del mar Mediterráneo, produce enormes cantidades de oxígeno, protege las playas de la erosión que deriva de los fuertes temporales y es la despensa perfecta para que otras especies, como los chorlitejos patinegros, encuentren alimento entre sus hojas...

La desaparición de muchas zonas naturales y, como consecuencia, de las especies que las habitan es uno de los grandes desafíos actuales en materia de conservación de la naturaleza que implica no sólo a los profesionales, sino a toda la ciudadanía, y es que... ¿qué sociedad puede sentirse orgullosa de perder su naturaleza, su biodiversidad? Dudo que haya alguna... Sin embargo, poco a poco, las zonas altamente urbanizadas se han ido acostumbrando a la ausencia de los insectos, del canto de las aves, de la vegetación o, incluso, ¡a no ver las estrellas durante la noche! Un letargo al son del ruido de la ciudad, nada natural, que nos hace creernos los dueños de todo, sin darnos cuenta de que conservar la naturaleza no es un capricho, sino una necesidad que repercute directamente en nuestro bienestar como sociedad.

Sabemos que hay especies como los chorlitejos patinegros que pueden adaptarse a la presencia humana, siempre y cuando les dejemos un poco de su espacio. Estas aves hacen sus nidos en la orilla de los humedales o en las zonas del arenal de la playa más próximas a las dunas, siempre directamente sobre la arena. La época de cría coincide con el periodo de mayor afluencia de personas a estos lugares, la primavera y el verano, por lo que la colaboración de los/as usuarios/as de los espacios naturales es indispensable para la supervivencia de estas aves. En 2020, como consecuencia del confinamiento derivado de la situación sanitaria por la COVID-19, fueron muchas las especies que se sintieron seguras de volver a lugares en los que llevaban décadas sin nidificar de forma habitual; los chorlitejos patinegros fueron una de ellas y nos sorprendieron con cinco parejas en la playa de La Mata. El número de parejas ha ido disminuyendo desde entonces, son diferentes peligros los que los acechan y todos derivados de las actividades humanas: basuras, sedales, el acceso a las zonas protegidas tanto de personas como de mascotas y el aumento de colonias felinas...

El proyecto «Chorlitejos y Patinegros CYP» tiene como uno de sus objetivos principales la conservación tanto de estas aves como la de sus ecosistemas, y una de las herramientas fundamentales para tal fin es la divulgación científica: mediante charlas y talleres en diferentes centros educativos y culturales, publicaciones, jornadas en colaboración con establecimientos gastronómicos, exposiciones fotográficas, los perfiles en las redes sociales o la elaboración de infografías en espacios públicos, como las instaladas en el paseo marítimo de La Mata en colaboración con la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Torrevieja, el proyecto trata de llegar a cuantas más personas mejor para así proporcionar información sobre la especie y su situación de conservación con la convicción de que cuanto mayor sea el número de personas que conozcan a los chorlitejos patinegros, más serán las que se animen a colaborar en su conservación y, por ende, en la de sus ecosistemas, que tanto apreciamos. Para ello bastan gestos tan sencillos como utilizar las papeleras y no dejar los residuos olvidados en los espacios naturales; además, en la playa es preferible pasear por la orilla y en la laguna siempre por los senderos establecidos, en cualquier caso, sin atravesar las áreas protegidas ni dejando sueltas a nuestras mascotas en estas zonas; otra acción esencial es no generar molestias a los animales y, por último, cuidando la señalización. En definitiva: ¡levando siempre el respeto en la mochila!

Nos toca trabajar en equipo para preservar a los chorlitejos patinegros y a toda la naturaleza que nos rodea. ¿Te apuntas al reto?


¡GRACIAS!



Imágenes:

1. Hembra de chorlitejo patinegro

2. Macho de chorlitejo patinegro sobre arribazón de posidonia

3. Macho de chorlitejo patinegro

4. Hembra y polluelos de chorlitejo patinegro


 

Estefanía Alonso Gómez (bióloga y directora de «Chorlitejos y Patinegros CYP»)