Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número 76 – Otoño 2024
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

El viaje de la reina

Novela histórica escrita por Ángeles de Irisarri

 

La autora nos sitúa a mediados del siglo X en... no puedo decir España porque aún no lo era; faltaban cinco siglos para que la unidad de los reinos que existían en la península Ibérica se produjese bajo los Reyes Católicos. Así que diré que la historia —más bien aventura, porque así lo fue comienza en el reino de Navarra, donde Toda ejerce de reina en segundo plano, porque su esposo ya fallecido, el rey Sancho Garcés I, no estaba muy en los asuntos del reinado y era ella la que tomaba las decisiones que luego él aplicaba.

Toda controla todo. Mujer fuerte de carácter y de espíritu bravo, había sido regente del reino al morir su esposo en tanto el hijo alcanzaba la edad para reinar. Hacedora de pactos, batallando, controlando lo que pasaba en el reino y en el castillo, ahora tenía que seguir dirigiendo y ordenando porque el rey no estaba presto para ello ni de pequeño ni de mayor.

Esa mujer, a sus ochenta y tantos años, todavía tiene que solucionar el problema de su nieto don Sancho, llamado El Craso, craso y muy craso, hijo de su querida hija Urraca. El desgraciado había sido desposeído y arrojado de su reino de León por Odoño El Malo (por algo será el apodo). ¿Dónde iba a ir a refugiarse? Pues, claro, a casa de la abuelita, que sufría y estaba enormemente preocupada por su obeso nieto y por la usurpación de su trono.

¿Qué hace Toda? Envía emisarios para pedir ayuda al califa de Córdoba, Abd-ar-Rahman III, que, además, es sobrino de ella —por aquello de los raptos de princesas y nobles cristianas de territorios fronterizos que son convertidas al Islam y casadas con altos mandatarios o incorporadas a sus harenes, porque las que no son nobles pasan a ser esclavas—, pues es famoso un médico judío de su corte, que le pide al sobrino que se lo envíe a Pamplona para que cure la enfermedad de su nieto, víctima de burlas y escarnio por todo el reino de León y por otros reinos cristianos. Hoy sabemos que es enfermedad, pero entonces se consideraba defecto, y aún hoy, por desgracia, no hemos adelantado mucho en cuanto al trato vejatorio que a veces sufren esas personas.

Abd-ar-Rahman accede y le manda al médico, pero... hay una condición: el tratamiento ha de hacerlo en Córdoba por orden del califa, y pese a la fuerte insistencia de Toda no hay cura sino viajando hasta Córdoba; pero no sólo el nieto, sino también Toda y su hijo el rey. El califa quiere que los tres reyes le rindan homenaje en su corte y algo más...

Así que ahora, para mayor prueba, tiene que emprender un largo y complicado viaje desde Pamplona hasta Córdoba. Nosotros iríamos en coche o en tren, pero... hablamos del año 958, en el que inician el viaje Toda, su hijo el rey don García y su obeso nieto, amén de todos los cortesanos que los acompañarán en el camino.

Así que ya tenemos a los principales personajes de esta obra, todos históricos, preparando el viaje en carretas o a caballo. Pero todos descargan sobre Toda la responsabilidad de prepararlo. Carretas, caballerías, alimentos para el viaje, vivos y muertos, baúles, criados, vasallos, el obispo... Toda organiza, revisa, se desespera, da órdenes aquí y allá y para colmo el nieto no cabe en la carreta. ¡Dios bendito! ¿Qué más puede pasar? ¿Cómo meter a don García en el transporte?

Decide utilizar una antigua arma de guerra para asaltar murallas que había utilizado ella para la conquista de Nájera, un almajaneque. Fue una catapulta, pero Toda quiso ponerlo en la plaza de Santa María para que la chiquillería se divirtiese, y para evitar accidentes había ordenado que lo reconvirtieran en... imaginad un edificio de madera, de tres pisos, con sus ruedas para moverlo. ¿Quién pensáis que iba en el piso de abajo? Pues seguro que habéis acertado.

Y, una vez todos estuvieron dispuestos, cada uno en su sitio, animales vivos y muertos, viandas, sirvientes, damas, soldados, caballeros, obispo, caballerías, baúles, carretas... y el almajaneque con sus pasajeros, Toda da la orden y allá van, el almajaneque con el nieto, con don García, doliente y pesaroso porque su nueva esposa no ha querido acompañarle en el viaje en el que, a decir de la reina madre, su hijo el rey «iba a ser un problema y una carga».

Lo mejor de todo el relato, a mi parecer, es la odisea del viaje y las situaciones que en él se producen, unas graciosas, otras no tanto, y hasta alguna trágica.

Quiero añadir el sentimiento de emoción que me produjo ver la tumba de la reina Toda en la galería de entrada del monasterio de Suso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja). Entrando al pórtico, a la izquierda están los sarcófagos de los siete infantes de Lara, en el centro la de su preceptor, Nuño, y a la derecha los de las reinas de Navarra: Toda, Elvira y Jimena.

                                                            

                     Monasterio de Suso                                                                                                                Sarcófago de la reina Toda

   

En esta imagen, a la derecha vemos el sarcófago de la reina Toda, pegado al pórtico de acceso. Los que están a continuación son los de las reinas Elvira y Jimena.

A la izquierda, los sarcófagos de los siete infantes de Lara y al fondo, el de don Nuño.




Excelente y amena narradora, Ángeles de Irisarri, nacida en Zaragoza en 1985, licenciada en Filosofía y Letras, nos ofrece una novela histórica, pero con hechos y personajes reales, otros ficticios.

Ha publicado varios libros y obtenido premios literarios, entre ellos el Isabel de Portugal de narrativa breve o el Baltasar Gracián.

Si vais a buscar este libro, editado por Emecé, ya os adelanto que va a ser difícil encontrarlo porque está descatalogado; pero yo lo encontré de segunda, o tercera mano, vaya usted a saber, en una librería de Madrid, Tráfico de Libros, en la calle Sombrerería (barrio de Lavapiés). Lo he encontrado también, cómo no, en Amazon, pero mejor en la librería, ¿no os parece?

Mi agradecimiento a Jerónimo y a Mari Carmen que me recomendaron encarecidamente la lectura de esta narración y a Belén y José Miguel que nos los presentaron a mi marido y a mí.

Como dicen los chiguitos, la historia engancha.


Torrevieja a 5 de septiembre de 2024

María José González Vicedo (maestra de enseñanza primaria)