Si la vida te encierra

y el agobio te envuelve

con garras perversas,

y el esfuerzo se frustra

y hasta el aire te asfixia

al conjuro del mal...

Sólo apura el camino

hasta disipar la pena...

Con la caricia del viento

toma vuelo y remonta,

que la vida lo vale

porque el cielo lo quiere.

Si percibes los ruidos

que este mundo genera,

es que sigues latiendo

y tu sangre galopa

por senderos internos

que reclaman tu andar,

no lo pienses, persiste...

Aspira profundo y sueña,

que no es tan malo soñar.

Si habitas el mundo

por un Ser que lo quiso,

honra el sendero que pisas,

ama, baila, ríe y sueña,

sigue el ritmo de tu alma

y gira al compás del son...