Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
65 – Invierno 2022
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja
Ars Creatio homenajea a Narciso Ibáñez Serrador, uno de los grandes maestros de la televisión
Y se cumplió La promesa
Más de cincuenta personas colaboran en esta adaptación teatral de una de las «Historias para no dormir»
El sábado 30 de octubre de 2021, a las 20.00 horas, con un Teatro Municipal lleno —por primera vez se permitía después de las medidas sanitarias especiales—, Ars Creatio homenajeó a uno de los más —si no el más— significados y reconocidos talentos de Televisión Española durante decenios. Asistieron los concejales Rosario Martínez Chazarra, Concha Sala, Andrés Antón, Ana Pérez y Pablo Samper.
Nacido en Montevideo en 1935, de Narciso (Chicho) Ibáñez Serrador guardarán memoria varias generaciones de españoles —y de europeos, pues el programa traspasó fronteras— por el concurso Un, dos, tres, responda otra vez. Sin embargo, antes de esa etapa ya se había dado a conocer en nuestro país por sus adaptaciones de relatos de terror, emitidos en la serie Historias para no dormir. El seguimiento de aquellos programas en la España de finales de los sesenta, de noche y sin posibilidad de verlos en otra sesión, tenía una repercusión obviamente comprensible; pero ello no resta mérito a su realización, impecable pese a los precarios medios de que se disponía, y con unos resultados que nada tienen que envidiar a las actuales producciones, con todos los avances técnicos al alcance.
Desde hace varias temporadas, Ars Creatio albergaba en su carpeta de proyectos este homenaje, que hubo de ser aplazado hasta encontrar el momento oportuno. Elegidas las fechas previas a la festividad de Todos los Santos de este 2021, la casualidad quiso que el miércoles de la misma semana (apenas tres días antes) fuera emitido en La 1 un programa dedicado al recuerdo y el legado de Chicho, fallecido en 2019. Además, ya son públicos los nuevos rodajes de cuatro episodios de la citada Historias para no dormir, con distintos directores, que serán emitidos en breve. Pero las coincidencias no hacen sino subrayar tanto el mérito de la elección como la forma de realizarlo: una adaptación para teatro, algo que hasta ahora nadie ha llevado a cabo. El principal motivo fue, precisamente, que La promesa desarrolla un guion original íntegro del propio Ibáñez Serrador (que firmaba en televisión bajo el pseudónimo de Luis Peñafiel), en el que demuestra sus dotes como escritor adelantado a su tiempo, con diálogos y sobre todo monólogos de especial brillantez y profundidad. Abordando las actitudes humanas ante la muerte y cuanto la rodea mediante el tema del enterramiento en vida —y en sentido figurado, de quienes se dedican al oficio funerario—, los temores ante el inevitable último trance nos plantean una paradoja: quizá uno de los mayores consista, precisamente, en no haber fallecido todavía.
Correspondía al director, Javier Nieto, la idea de trasladar al escenario un relato contado en la pantalla, con todas las dificultades que esto acarrea. La asunción del reto hizo poner manos a la obra de inmediato, y el rigor de su trabajo se desplegó durante todos los ensayos, aprovechando cualquier pasaje del guion para sorprender al público —incluso con la simpática irrupción del conejo Tambor en la presentación—. La técnica narrativa teatral, con las correspondientes licencias, sustituyó a la televisiva sin perder la continuidad necesaria, subrayada por la elegancia de las imágenes conseguidas.
Resulta de justicia mencionar a los dos protagonistas, los personajes de sobrina y tío, que dividen la trama en dos partes: la situación de preponderancia del uno sobre el otro va permutando paulatinamente hasta el desenlace. Con su acreditado perfil de artistas de variado repertorio, Ana María Torres y Eliseo Pérez llevaron el peso de la representación manteniendo el interés durante el transcurso de la historia. Los secundarios, tan importantes en cualquier obra, la completaron a plena satisfacción. Tampoco dejaremos de destacar la labor de la escenografía, el equipo técnico de luces y sonido y las coreografías, previa selección musical, que en conjunto contribuyeron a ambientar un relato adecuado a los días del año por los que atravesamos. Se cuidó hasta el detalle de la presentación, en tono humorístico, tal como en su época hacía Ibáñez Serrador, cuyo alter ego —mérito del maquillaje— lució un color de pelo completamente «natural».
Por supuesto, como suele, Ars Creatio agradece su participación a cuantos se sumaron a esta nueva aventura teatral, así como al público asistente, por su respuesta llenando el recinto en tiempos todavía de incertidumbre. Y en este capítulo añade a la productora Prointel, fundada en 1970 por el propio Narciso Ibáñez Serrador y de la que ahora está al frente su hijo. Porque fue Alejandro Ibáñez Nauta, con su cordialidad y su amabilidad, previa mediación de Carlos Urrutia, el que nos cedió todos los derechos para representar un guion original de su padre. Ellos nos lo pusieron mucho más fácil. Reciban ambos nuestro sincero homenaje.
Si el gran Chicho se unía a la opinión de que los relatos de terror son «cuentos para mayores», este sábado hemos podido constatar cómo uno de ellos se ha convertido en realidad: diecinueve meses después, el teatro ha completado su aforo, con un público que respondió aplaudiendo cada escena, desde la misma presentación. Algo que han logrado, con un texto de don Narciso, Ars Creatio y las entidades amigas colaboradoras. Porque hubo un tiempo en que los teatros se llenaban, el mismo en que toda la familia se reunía alrededor del televisor para presenciar un concurso o historias de terror.
Fotografía: Joaquín Carrión
LA PROMESA (adaptación teatral)
PERSONAJES ACTORES (por orden de intervención):
Chicho (señor Ibáñez): Antonio Sala
Señora regidora: Paola Gradilone
Tambor: Julieta Shan García
W. S. Goodler: Eliseo Pérez
Médico: Juan Antonio López
Notario: José Miguel Toro
Sepulturero: Alejandro Blanco
Enterrador 1: Antonio Manuel Berná
Enterrador 2: Jagoba Sánchez
Enterrador 3: Francisco J. Garres
Enterrador 4: Javier Nieto
Esteban Kipton: Héctor Lucas
Señorita Doyle: Carmen García
Señorita Smith: Cristina Serrano
Señorita Clarke: Marta Miguel
María Goodler: Ana María Torres
Camarero: Antonio Manuel Berná
Señor Marlop: Mery Martínez
O’Sullivan: Jagoba Sánchez
Ayudante: Javier Serrano
Reverendo: Paul Lister
Señor Albert Roodlock: José Antonio Vallejos
Señora del notario: Ana Meléndez
Señora O’Connor: Silvana Perren
Señor O’Connor: Germán Gutiérrez
Señora O’Hara: Marisol Cos
Señor O’Hara: Enrique Fernández
Azafatas, taberna y plañideras:
Diana Nieto
Alba Scarvaglieri
Laura Menchón
Laura Conesa
Raquel Serrano
Yaiza Andréu
Esencias:
Alba Martínez
Marta Bravo
Carla Celdrán
Lourdes García
Mar Pujol
Sofía Bartolomé
Ángel Bravo
Daniela Córdoba
Lola Pizana
Guion original: Luis Peñafiel (Narciso Ibáñez Serrador)
Transcripción del guion y adaptación: Antonio Sala
Dirección: Javier Nieto
Regiduría, escenografía, vestuario y atrezzo:
María José García
Emma Pérez
José Antonio Vallejos
Antonio Ruiz
Diseño gráfico: Carmen García
Maquillaje:
Paqui Delgado
Marta Miguel
Colaboraciones especiales:
Tanatorio de Torrevieja (Grupo ASV Servicios Funerarios)
Mery Dance Academy
Mírame Teatro