Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número 64 – Otoño 2021
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

 

 

Modelo del coronavirus SARS-CoV-2 (fuente: Wikipedia)

 

Desde que comenzó la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, los esfuerzos científicos se han centrado en dos líneas de trabajo. La principal ha sido la del desarrollo de la vacuna —prevenir siempre es mejor que curar—, que ha tenido un gran éxito, ya que han sido varias las vacunas que han sido desarrolladas y que muestran una gran eficacia. La segunda línea de trabajo ha sido la del desarrollo de una terapia antiviral que cure o mitigue los síntomas en aquellas personas infectadas que padecen el covid-19. En este camino no se ha obtenido un éxito tan grande, pero no por ello se deja de seguir intentándolo. Hasta ahora, las dos principales terapias que se estaban usando eran:

Anticuerpos monoclonales. Cuando nos ponen la vacuna, nuestro sistema inmune se activa para reconocer al coronavirus y combatirlo desde el momento en que entra en nuestro organismo. Una de las armas que desarrolla es la multiplicación de unas células conocidas como linfocitos B, especializadas en la producción de anticuerpos que se unen e inactivan al coronavirus. Desde hace años existe la tecnología para aislar esas células especializadas y cultivarlas en el laboratorio para que produzcan esos anticuerpos. Luego lo único que hay que hacer es purificarlos y administrarlos al paciente. Pero hay varios problemas. El primero de todos es que producir suficientes anticuerpos para tratar a una sola persona es carísimo. Además, hay que administrarlos al comienzo de la infección de manera intravenosa, de lo contrario no sirven para mucho. Aun así, esta tecnología ha sido utilísima para luchar contra el coronavirus, ya que los tests de detección de antígenos se basan en ellos.

Remdesivir. Este antiviral de amplio espectro (fue desarrollado para combatir a la hepatitis C) lo que hace es inhibir la RNA-polimerasa del virus impidiendo su multiplicación. La forma de administrarlo es por vía intravenosa, y lo que se ha encontrado es que parece mejorar el pronóstico de aquellos que han desarrollado un cuadro clínico grave.

Hay muchas más moléculas en ensayos clínicos. Entre ellas, una de las que parecen mostrar unos resultados prometedores es el Molnupiravir, desarrollado por la empresa Merck. Veamos qué es lo que hace.

Molécula de molnupiravir (Fuente: Wikipedia)

 

La primera ventaja del molnupiravir es que se puede tomar oralmente, nada de pinchazos, como es el caso de los anticuerpos monoclonales o el remdesivir. Esta sustancia es un pro-fármaco (prodrug). Eso quiere decir que debe ser metabolizado por nuestras células para convertirse en un fármaco con acción terapéutica. Cuando el molnupiravir llega a una célula infectada con el coronavirus, lo primero que sucede es que las enzimas de la célula rompen la cadena lateral izquierda de la molécula y la transforman en esto:

Molécula de molnupiravir metabolizada por la célula

 

Ahora sí que es un fármaco que puede ejercer su función terapéutica. ¿Y cómo lo hace? Pues actuando como análogo de otra molécula que es usada por la enzima que replica el genoma del virus. Esa molécula es la citidina:

Molécula de citidina (Fuente: Wikipedia)

 

Si jugáramos al juego de «encuentra las diferencias», podemos ver que la molécula derivada del molnupiravir tiene un grupo hidroxilo (-OH) en el átomo de nitrógeno de la parte superior. La citidina carece de dicho grupo. Parece una diferencia muy pequeña, pero es sustancial. Tenemos que hacer una breve explicación de cómo se replica el genoma del coronavirus para entender qué es lo que ocurre. El virus tiene un genoma RNA y puede replicarse gracias a unas enzimas de manera muy similar a cómo lo hace el DNA de nuestras células. Una hebra de RNA actúa como molde para las nuevas cadenas de RNA. Como en el caso de DNA, en el RNA también hay cuatro letras: A, G, C y U (adenina, guanina, citidina y uracilo). Y como en el DNA, también se emparejan: la A va con la U y la G con la C. Es decir, si el molde es AAGCUGUC, la cadena que se va a sintetizar va a ser UUCGACAG. Si luego usamos como molde la cadena UUCGACAG, entonces tendremos AAGCUGUC de vuelta, ¿entendido?

Pero ¿qué pasa si hay molnupiravir cuando el RNA viral se replica? (vamos a denominarlo «M»). Pues que al ser un análogo de la citidina, la enzima replicadora «cree»que es ese compuesto y lo incorpora a la cadena. Volviendo al ejemplo de antes, la cadena AAGCUGUC nos da ahora la cadena UUMGAMAG. Y ahora viene lo bueno. Resulta que el molnupiravir se empareja con la adenina mejor que con la guanina cuando está en la cadena molde, así que ahora la cadena UUMGAMAG dará la secuencia AAGAUGUA al ser replicada. Es decir, el molnupiravir provoca que se cometan mutaciones sin fin en el virus, con lo cual la información del patógeno desaparece al no poder multiplicarse y al final la infección es controlada.

El molnupiravir ha probado su eficacia en estudios con células epiteliales humanas y en modelos de infección de coronavirus en ratones. Así que todo parece indicar que seguramente se realizarán ensayos clínicos para probar si es realmente eficaz en humanos. Aunque ahora vienen las malas noticias. La primera es que existe la posibilidad de que el molnupiravir provoque mutaciones en las células humanas. La segunda es que se necesita administrar mucha cantidad del fármaco para que sea efectivo. Por comparar, en una dosis de vacuna de Pfizer se inyectan 30 microgramos de RNA modificado, por lo que en dos dosis se administra un total de 60 microgramos (0’00006 gramos). En el caso del molnupiravir, habría que administrar 0’8 gramos en cada toma.

Son buenas noticias porque es el inicio de una línea de investigación, pero la etapa final de vender el medicamento en las farmacias todavía está muy lejana y puede que nunca se consiga. Así que mejor, vacúnate.

 

Artículo elaborado a partir de un texto de Yaniv Erlich.

Enlaces de interés:

https://www.scientificamerican.com/article/there-are-few-good-covid-antivirals-but-that-could-be-changing/

https://theconversation.com/antivirales-y-vacunas-la-ayuda-para-frenar-al-coronavirus-esta-en-camino-134361

https://www.scientificamerican.com/article/coronavirus-drug-remdesivir-shortens-recovery-but-is-not-a-magic-bullet/