Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
61 – Invierno 2021
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

Las palomitas de maíz tienen diferentes nombres en diversas partes del mundo: pochoclo en Argentina, pipoca en Brasil o Portugal, poporopo en Guatemala, cabritas en Chile, crispetas en Colombia, rositas en Cuba, palomas en Granada, pajaretas en Aragón, crispetes en Cataluña, roses en Valencia, flocos de millo en gallego y krispetak en eusquera. Aunque, en todos los lugares, este aperitivo se asocia con situaciones de celebración y de alegría.
Las palomitas son una fiesta para los cinco sentidos. Se disfrutan por el sabor del maíz en combinación con aceite o mantequilla y sal o azúcar. Se preparan con el tacto, soltando los granos de la mazorca o abriendo el paquete y cogiendo un puñado; también es interesante su textura crujiente. Se observan con la vista en un espectacular proceso de transformación desde el grano hasta el producto final. Se producen momentos de felicidad con el sonido, al escuchar que el maíz salta dentro de la olla o de la sartén. Se desean a través del olfato con su peculiar aroma que evoca una tarde de película, sofá y manta. Los cinco sentidos participan en la elaboración de este manjar.
Origen e historia
En 1492, cuando los españoles desembarcaron en las costas del continente americano, los habitantes de aquellas tierras les ofrecían, como regalo de bienvenida, unos collares hechos con palomitas de maíz. Más adelante, sobre el año 1510, cuando Hernán Cortés entró en la ciudad de México, los sacerdotes aztecas portaban unos amuletos elaborados con tiras de palomitas de maíz. Este grano es originario de América. Asimismo, fue uno de los primeros cereales cultivados por el hombre, además de la cebada y el trigo.
Los amerindios lo han cultivado y consumido desde hace más de 6000 años y lo cocinaban de diferentes maneras. Sabían que el maíz dulce se tenía que consumir con rapidez y el maíz duro era ideal para moler y hacer harina o pan. Descubrieron que, mezclando ambos tipos de grano, se podían hacer palomitas de maíz. También sabían que todos los granos no explotan al estar expuestos al calor. Eso ocurre según la cantidad de agua que contiene el grano en su interior. Para estallar y expandirse bajo una fuente de calor, un grano de maíz debería tener alrededor de un 15% de agua. Sólo así el agua se evapora y el grano se convierte en una blanca y esponjosa masa que llamamos palomitas.
Los amerindios tenían tres métodos de elaboración:
1. Ensartaban una mazorca con un palo para acercarla al fuego y, posteriormente, recogían los granos que habían estallado.
2. Arrojaban directamente los granos a las llamas y recogían los que salían despedidos al explotar.
3. Calentaban una vasija de arcilla en cuyo interior había arena gruesa, que al calentarse provocaba el estallido de los granos de maíz.
En 1880 se fabricaron las primeras máquinas palomiteras para elaborar esta delicia; aunque el grano de maíz sólo se vendía en grandes cantidades, normalmente sin desgranar, y su uso doméstico era poco habitual. A finales del siglo XIX, la cadena de tiendas estadounidense Sears ofrecía la posibilidad de comprar sacos de 12 kilos de mazorcas de maíz indio por un dólar. Sin embargo, resultaba difícil el asunto del estallido porque, después de estar un tiempo almacenado, el grano estaba muy seco y ya no explotaba. Los granos que no se convertían en palomitas de maíz empezaron a conocerse popularmente como «viejas solteronas». Pero fue el inventor Charles Cretors quien creó la máquina comercial para fabricar palomitas de maíz. En 1891 solicitó una patente para su invento, que fue concedida en 1893. Ese año la presentó en la Exposición Mundial Colombina de Chicago.
En 1907 apareció una máquina eléctrica doméstica que permitía hacer las palomitas de forma sencilla y sin riesgo. En 1929 llegó la gran depresión económica americana y se incrementó el consumo del grano de maíz, porque era barato. Una de las formas más económicas y comunes de cocinarlo era tostando el grano para hacer palomitas.
De cine
¿Por qué comemos palomitas cuando vamos al cine?
El cine con sonido se inició en el año 1927 y el acceso al mismo se hizo posible para las grandes masas. Fue un cambio importante porque, con el cine mudo, ir a ver una película era una actividad reservada para gente de un cierto nivel social, ya que era necesario leer. Julia Braden, en Missouri (Estados Unidos), pensó que los espectadores podrían reducir la tensión que provocaban algunas historias mientras comían algo. Convenció a los propietarios del Linwoood Theatre para poner en la entrada un puesto para vender cucuruchos con palomitas de maíz. Tuvo tanto éxito que los dueños de las salas pusieron sus propios puestos en las antesalas de los cines. En 1940 todos los cines norteamericanos tenían, al entrar, un puesto de palomitas. El cine disparó el consumo de este ingrediente hasta unas cifras muy elevadas. De hecho, durante un tiempo, a los cines se les llamaba pop-corn saloons, o salones de palomitas de maíz.
Propiedades
Las palomitas tienen 494 calorías por cada 100 gramos. Sin embargo, es un alimento que aporta algunos beneficios para la salud. Contienen vitaminas A, E y K, además de B7 y B9. Ricas en minerales como el potasio o el fósforo y, en menor cantidad, también contiene sodio, selenio, magnesio, yodo y calcio. También son ricas en fibra pero no contienen hidratos de carbono dañinos.
Entre sus beneficios se encuentran los siguientes:
—Reduce los niveles de colesterol: la fibra ayuda a eliminar el colesterol malo de los vasos sanguíneos y de las arterias, lo cual reduce los niveles de colesterol en la sangre y permite que pase el bueno.
—Baja los niveles de azúcar en sangre: es un alimento favorable para los diabéticos, ya que ayuda a eliminar el azúcar malo en la sangre y lo sustituye por el azúcar bueno que contiene este alimento.
—Previene problemas de corazón: ayuda a regular los niveles de azúcar y colesterol en la sangre y eso hace que sea bueno para prevenir problemas cardiovasculares como infartos o taquicardias.
—Ralentiza el proceso de envejecimiento: la vitamina A ayuda a la piel a mantenerse suave y limpia de toxinas, y la vitamina E combate los radicales libres que destruyen las células y provocan el acelerado paso de los años para el organismo.
—Favorece al sistema digestivo: su alto contenido en fibra ayuda mucho a la flora intestinal, permite combatir el estreñimiento, la diarrea o la indigestión.
—Ayuda con las dietas: es un alimento que sacia el apetito de forma rápida, picotearlas entre horas no aportará grasas al organismo y quitará la apetencia de comer algo dulce.
Elaboración
Para la elaboración de esta golosina se usan algunas variedades de maíz como el reventón o pisingallo o rosetero (Zea mays everata Sturt). Sólo esas variedades provocan el resultado que se desea, es decir, el estallido. Para prepararlas, se ponen los granos en una olla y se tuestan, friéndolos con aceite vegetal, hasta que se produce la explosión. Suele utilizarse también una tapa y, al saltar contra ella, se consigue ese ruido característico junto a su propio aroma.
Estallido
Lo más importante en el proceso de elaboración de las palomitas es que se produzca el estallido de forma adecuada. Éste consiste en la expansión del grano que rompe la cáscara de forma repentina para que pueda formarse una masa esponjosa de color blanco. Eso ocurre por el sobrecalentamiento de la humedad interna y el almidón.
Cada grano de maíz contiene una cierta humedad en su endospermo (núcleo almidonado con hasta 90% de almidón). La corteza externa (pericarpio) es muy gruesa e impermeable. Cuando el grano se calienta más allá del punto de ebullición del agua, 100 °C, hasta los 175 °C, la humedad dentro del grano empieza a convertirse en vapor, generando presiones internas de hasta unas 9 atmósferas. En la mayoría de los granos, el vapor se escapa tan rápido como se genera. Aunque en el maíz para palomitas el vapor no escapa, ya que la corteza lo mantiene sellado. Además, la presión interna llega a ser tan grande que la corteza no puede contenerla y se lleva a cabo una pequeña explosión. A causa de que la humedad se encuentra distribuida de forma uniforme dentro del núcleo almidonado, la expansión de la explosión convierte el endospermo en una especie de espuma, creando esa textura tan especial.
¿Qué pasa con los granos que no estallan?
Si los granos de maíz no se revientan después de someterse a temperaturas elevadas, puede ser por dos motivos. Tal vez no tengan la humedad suficiente para generar el vapor necesario para estallar. También puede ocurrir, como explica el doctor Bruce Hamaker, de la Universidad de Purdue, que esos granos tengan la corteza agujereada, lo cual implica que no pueda generarse la presión necesaria y se queden sin explotar.
Al microondas
El microondas es un electrodoméstico útil para preparar palomitas de forma rápida y cómoda. En los supermercados se venden unas bolsas de papel, dobladas de una forma concreta, que ya llevan el aceite y la sal necesarios para su cocción; aunque esta opción es menos saludable porque suelen llevar aditivos y mucha sal. Se pueden preparar palomitas en el horno microondas de forma casera. Para ello hay que conseguir una bolsa de papel, mezclar los granos con aceite y sal y cerrar la bolsa. Cocer en el microondas a máxima potencia durante dos o tres minutos hasta que hayan estallado. Además, se pueden condimentar para darles un toque con especias como chile en polvo o curry.
¿Quién inventó este modo de hacer palomitas?
Percy Spencer, de Raytheon Manufacturing Corporation, descubrió, para su uso en la Segunda Guerra Mundial, cómo producir magnetrones en masa que se usaban para generar microondas. Buscando las aplicaciones de posguerra de la tecnología de Raytheon, Spencer estimuló el desarrollo del horno de microondas en 1946. Las palomitas de maíz fueron importantes en muchos de sus experimentos. Estas palomitas para microondas estuvieron disponibles en el mercado a principios de la década de 1980.
Para todos los gustos
Existen palomitas aptas para todo tipo de paladares. Las más típicas quizás sean las de aceite y sal. También son bastante populares las de mantequilla. En su versión dulce se hacen con azúcar o caramelo. Incluso las hay de colores o cubiertas de chocolate. Hay variedad de palomitas para todo tipo de momentos, dulces y salados.
¡Elige las tuyas y disfrútalas!
Fuentes:
Directo al paladar
globaliza.com
loguin.live.com
palomitasdemaiz.org
Wikipedia