Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
59 – Verano 2020
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

Hojas secas lanzadas al vuelo de la noche,
al soplo del frío viento otoñal.
Alocadas y arremolinadas, algunas impactaban
contra el cristal de mi ventana, tan frío como la noche,
cubierto por el vaho de mi aliento,
superficie difusa y húmeda,
sobre la que escribí una palabra: sol.
Al conjuro de este nombre,
dibujé en el lienzo de mi memoria
con el pincel del recuerdo,
llanuras azules bordadas de blanca espuma,
de aquel mar cálido,
envuelto por la bóveda mágica y azul del verano,
del verano de la vida.
Verano hecho de rumor de olas
que nos arrulla con su canción,
la canción del mar.
Y construyes castillos en la arena
y castillos en el aire,
al tiempo que haces volar las risas infantiles
mientras que en tu playa crecen los hongos multicolores.
Verano que evocas recuerdos
de labios con sabor a mar,
de sol en el helado,
de luz intensa tan parecida
a la luz de una sonrisa.
Alegría que echa el ancla
muy dentro de nosotros.
Días azules, blancos, dorados,
magia de colores caleidoscópicos.
Recuerdo que, poco a poco, se aleja
y el cristal vuelve a estar empañado
por el vaho de mi aliento,
y yo escribo en él: gracias, sol,
porque sigues latiendo en mis venas.
Fuera, el frío continúa su ronda nocturna,
el viento sigue enloqueciendo a las hojas,
desnudando a los árboles,
borrando sonrisas,
apagando luces de colores,
y volviendo grises las llanuras.
Pero dentro de mí, sigue brillando el sol.