Es Torrevieja un espejo

donde Cuba se mira

y al verse suspira

y se siente feliz...

Pero un virus traicionero

provocó inmensa ruina

cerrando todas sus calles,

playas, quioscos y bares,

su encanto marinero,

sus productivas salinas...

Volverá a hablarse de amores

entre bellas canciones

que traen de Cuba

su alma y sentir.

Volverán los paseos

a ver a sus gentes,

será esta odisea

sólo un mal recuerdo

de hombres pacientes

con un aire nuevo

tras tanto sufrir.

Entre olas tatuadas

vendrán las hornadas

a brindar en sus playas

por la guerra ganada.

Y no serán pocos,

tras marcha triunfal,

sobre las esterillas,

sin máscara ni bata,

muy alegres yacerán

al amparo de sombrillas,

en los Náufragos, La Mata,

el Cura, los Locos...

Volverá el Carnaval

y la música a sonar

en las Eras de la Sal,

el Teatro, el Auditorio...,

la alegría habitual

en todo su territorio.

Y esta Semana Santa

de enfermedad y de duelo,

con íntima devoción,

sin tronos ni procesión,

buscaremos el consuelo

musitando una oración.

Será el triunfo del bien

sobre el caos fatal

con su cielo sin par.

Será, como ayer,

el refugio de quien

sólo busca soñar

el embrujo del mar.

Volveré a divisar

desde la torre del Moro

esa gran inmensidad

de azul, verde, cyan,

con sus matices a coro.

Volverá el horizonte

a dibujar la silueta

de lanchas y de veleros,

de mercantes y pesqueros,

en esa bahía quieta

a la luz de los luceros.

Y en esa lonja ancestral,

que en esta situación

tan preocupante y tan cruda

llora silente y muda,

volverán a reinar

las voces de la subasta

de los tesoros del mar:

la sardina, el boquerón,

el pulpo, el calamar...

Volverá a procesionar

esa Virgen marinera

desde la iglesia hasta el puerto.

Para los vivos y muertos

de esta guerra mundial

será una redención

otra vez vitorear

a la Virgen, Madre nuestra,

por divina intercesión

en esta crisis viral

tan letal y traicionera.

Será todo como antes

de la hecatombe viral.

Ora viva, ora muera,

que sepa el mundo entero

que volveré a cantar

una nueva habanera:

Torrevieja, yo te quiero

por tus bellos colores,

blanca de sal

y morena de soles.

En agradecimiento a todos los que luchan contra esta pandemia.