La salud es un don, cuando se tiene

se pierde, si la buscas no la encuentras.

Cuídala. Vale más que nada. Mientras,

si malvives, apenas se mantiene.

Cuando hay salud, la vida nos sonríe,

las ventanas se abren al paisaje,

en el mar resplandece el oleaje.

El día es transparente, el viento ríe.

La enfermedad nos hunde a los humanos,

la muerte nos araña, la cabeza

nos da vueltas, el cansancio es una losa.

La salud es como agua entre las manos.

No hay quien la retenga. La entereza

es nuestra fortaleza, nuestra rosa.

Del libro Vivir (ediciones Vitrubio)