Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número 55 – Verano 2019
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

 

Acabo de leer en el blog que tiene mi hijo Miguel lo siguiente:

Si hubiera nacido diez años antes, probablemente Moustaki habría sido mi cantante de referencia; pero uno nace cuando nace, y es por eso que no tuve la culpa de quedarme colgado tantos años en la calle Melancolía de Joaquín Sabina.

Mi referencia en cambio son los cantautores, de los que destaco a Joan Manuel Serrat, Carlos Cano... De una de las canciones de este último he sacado el título y la inspiración de este escrito.

Por el mes de abril, en esta misma revista, me permití comentar las sensaciones que nos produce la primavera a la inmensa mayoría de las gentes que habitamos estas luminosas tierras del Mediterráneo. Siguiendo con las estaciones, dar la bienvenida al verano es lo que me propongo escribiendo. Acabamos de pasar el solsticio de verano, las horas de luz superan a las de obscuridad y la vida toda es un estallido multicolor en los campos, en los montes, en el cielo, y en nuestra Torrevieja el mar en estas fechas tiene un azul muy intenso.

Una de mis coplas preferidas de Carlos Cano comienza así: «En las tardes de junio que Dios a cuerpo se echa a la calle»...

Y sigue diciendo: «Ay, que madura la espiga. Ay, que el romero está en flor»...

Por el contenido total de la letra, se comprende que sus palabras se refieren a uno de los tres jueves del año que relucen más que el sol: el jueves del Corpus, con la procesión más lírica del santoral. Para quienes somos integrantes de aquella generación el Corpus siempre será un jueves de junio.

Y tras esta pequeña historia de cantautores, del verano y del Corpus, sinceramente pienso que en el mes de junio, verdaderamente Dios a cuerpo se echa a la calle, pero no sólo en las tardes sino a todas horas, y en todos los lugares, para mostrarnos la hermosura de la vida y anunciarnos la llegada del verano: la estación más alegre del año.