Efímera ilusión

 

Pajarito que cantando

te acercas al ventanal,

ven a alegrarme la vida,

regálame tu trinar.

¿Qué esconde tu algarabía?,

¿tristeza o felicidad?...

¿Hay alegría en tu vida,

o es todo puro penar?...

Correteas todo el día,

saltas, vuelas, sin cesar.

Rasante pasas volando,

y no te puedo alcanzar.

¿Has visto a tu pajarita?

Ella sabe que vendrás,

pues atavió su nidito,

pío viene y pío va.

Hoy los he visto juntitos...

¡Picarón, serás papá!

Pronto vendrán tus hijitos...

Ellos te reemplazarán.

Te irás con tu pajarita,

¿hacia dónde?, Dios sabrá...

Igual que las ilusiones,

unas vienen, otras van...

Vendedor de alegrías

Cierto payaso que un día

se sintió muy abrumado

asistió a un especialista

alivio solicitando...

El médico interviniente

se sumergió entre volúmenes

buscando en la información

la causa de la aflicción,

y quedó desconcertado...

Para esa enfermedad

no ha podido encontrar

calmante ni droga alguna,

el virus distante estaba

y era imposible de aislar...

El hombre se desanima,

y encontrándose al umbral

de la vuelta sin retorno,

creyó escuchar entre sueños,

como en coro celestial,

risas, cantos, bailes, danzas,

regocijo sin igual...

De pronto se hizo silencio,

despertó a la realidad,

y entró a meditar profundo...

¿Qué me causa tanto mal?

Si disfruto cada día

la alegría de esos niños

que esperan con ansiedad

que anuncien ruidosamente

la entrada del gran payaso

que nadie sabe quién es...

Si logro las carcajadas

que a todos hacen vibrar,

entonces, debo pensar,

no puedo desfallecer...

No hay mayor felicidad

que tanta alegría ver

y emocionado creer

que Dios no puede fallar…