Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
50 – Primavera 2018
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

La obra completa de Miguel Hernández:
Riquelme presenta una edición necesaria y definitiva (2018)
© Desirée Palomares
«Camarada, esto no es un libro: quien toca esto toca un hombre».
Walt Whitman en Hojas de hierba.
Que la primera edición de una obra completa de un poeta se agote en unos meses es una proeza de la que tiene que sentirse orgullosa la sociedad lectora de un país y de una lengua. Esto es lo que ha ocurrido con el libro La obra completa de Miguel Hernández, publicada por EDAF (Madrid, 20171.ª), al cuidado de Jesucristo Riquelme, con la colaboración de su hijo Carlos R. Talamás. Esta opera omnia de la creación hernandiana se presentó en la sede central del Instituto Cervantes, en Madrid (Alcalá, 49-Barquillos, 4), el pasado 31 de octubre, con motivo del 75 aniversario de la muerte del poeta. Este mismo mes de abril de 2018 ya tenemos en nuestras manos la reimpresión, revisada, de la obra, y con una novedad estelar: la incorporación de varias fotos desconocidas de Miguel Hernández y, en su apéndice, un poema inédito atribuido recientemente al vate de Orihuela; este poema, titulado «El aguador ahogado», fue obsequiado por el poeta a su hermana Elvira en el verano de 1935, según cuenta su sobrina nieta Mar Campelo; hoy se conserva, casi ochenta y tres años después, mecanografiado y sin firma.
Los editores literarios, Jesucristo Riquelme y Carlos Riquelme Talamás
Miguel Hernández es, para Jesucristo Riquelme, «el escritor español que con más repercusión popular convierte la palabra poética en palabra ética». Riquelme, uno de los mejores expertos en temática hernandiana, ha querido materializar la conmemoración del 75 aniversario de la muerte del poeta en una exhaustiva recopilación definitiva de la obra más completa hasta la fecha de Miguel Hernández. El libro, que alcanza las casi dos mil páginas, recoge toda la producción literaria de nuestro autor: poesía, teatro, prosas literarias, crónicas periodísticas y cuentos. No parece que se le haya olvidado nada. «Para los más exigentes y nunca satisfechos hernandianos, podemos prometer que se ha incoado el proyecto, como si de un expediente se tratara, de la edición de las cartas de Miguel Hernández, con el título de Miguel Hernández. Epistolario general. Las misivas de Hernández no son literarias, por ello no las querido incluir en esta amplia obra; ahora bien, para conocer en profundidad el genio y la figura de un artista es irrenunciable llegar a todo lo que dijo y escribió. Y las cartas son un confesionario íntimo que sólo el buen escoliasta ha de saber difundir públicamente con aplicación noble del sabio deber de la indiscreción».
Pintada mural del homenaje de los pueblos de España a Miguel Hernández (Orihuela, 1976)
El editor literario de Miguel Hernández. La obra completa ha consultado millares de manuscritos y toda la bibliografía existente con textos de Miguel Hernández. Riquelme nos comenta: «Hemos tenido la oportunidad de consultar y de cotejar documentos de numerosas versiones de textos del escritor de Orihuela; hemos visitado colecciones privadas y archivos de todo tipo. La finalidad era obtener nuevos textos y nuevas versiones de escritos literarios de Hernández y poder establecer una rigurosa crítica textual para fijar el texto definitivo de cada obra, para autenticar o descartar obras atribuidas al autor, establecer la cronología de creación; de esta forma, hemos logrado encontrar una treintena de textos nuevos, inéditos o no incluidos en obras presuntamente completas anteriores».
Miguel Hernández fue escritor proscrito durante el franquismo, con muy poca obra publicada en España. Hubo que esperar a 1960 para conocer las impropiamente llamadas Obras completas, editadas en Buenos Aires (Argentina), por Losada, al cuidado del escritor paraguayo Elvio Romero e introducción de M.ª de Gracia Ifach (pseudónimo de Josefina Escolano); estas obras fueron fruto del expolio de materiales cedidos por Josefina Manresa, la viuda del poeta, cuando ya vivía en la ciudad alicantina de Elche. En 1992, se editó en Espasa Calpe, en Madrid, aprovechando el cincuentenario de la muerte del oriolano, la hasta entonces mejor edición, Obra completa, a cargo de los profesores Sánchez Vidal, Rovira Soler y Alemany Bay; se trata de una magna obra, resultado de un trabajo investigador ímprobo, especialmente basado, en la parte poética, en las pesquisas de Alemany durante tres años de beca para transcribir y estudiar parte del legado literario de Miguel Hernández, depositado en aquella fecha en los archivos municipales de san José, en Elche. Riquelme, que, en centenares de páginas de esta misma obra (Espasa Calpe, 1992), fijó el texto de la pieza dramática Los hijos de la piedra, con su crítica textual a cuestas, ha retomado dichos trabajos y ha incorporado una muy prolija y pausada investigación, con nuevas transcripciones de los manuscritos consultados: desde Orihuela (colecciones privadas de García Molina, de Daniel y Monsín Cases, Mercedes Juan...), Elche y Alicante (Manuel Molina, familia Oca, Paco de Díe...) hasta Chile (archivo Vergara Donoso, Juvencio Valle, Universidad de Chile...) o Rusia, pasando por Madrid (familia Pellús Pardines, Morla Lynch, Filmoteca nacional, Hemeroteca), Alcalá la Real, Jaén, Murcia, Barcelona, Toulousse, etc. Partiendo del texto último de edición más solvente, el de la edición de 1992, reeditada en RBA en 2010 (aunque sin estudios introductorios y sin aparato crítico), Riquelme, en ochos años, ha aplicado, para corregir y fijar el texto más fiablemente definitivo de Miguel Hernández, más de 3000 modificaciones y novedades al texto anterior y ha publicado o completado múltiples textos no recogidos en Espasa Calpe. Esto supone que aquella edición, crucial para la dignificación del Miguel Hernández recuperado en tiempos de democracia, todavía adolecía de carencias y lapsus de relieve. La edición de Jesucristo Riquelme es una edición revisada, corregida y ampliada de toda la obra literaria de Miguel Hernández, con sustanciosas novedades de variada índole, con garantías de ser la definitiva versión del más auténtico y genuino poeta del pueblo.
Manuscrito del poema «Corazón de leona» (Cancionero y romancero de ausencias)
Así, pues, por fin, Miguel Hernández logra, en 2018, de la mano de EDAF, una fijación de texto que ofrece la obra verdaderamente completa de Miguel Hernández, incrementando el corpus hernandiano con varias composiciones hasta ahora no incluidas, y otras tantas que provienen de poemas tachados, inacabados o apócrifos. Entre los textos nuevos que figuran se encuentran poemas, prosas literarias, discursos escritos, cuentos infantiles, biografías de toreros, un manuscrito sobre «Las fallas de Orihuela», pero también versos, estrofas o fragmentos suprimidos o mutilados por lapsus de edición, tanto en la poesía como en el teatro y en las prosas periodísticas; se recuperan, asimismo, epígrafes o ilustraciones escasamente difundidas o inéditas, extraídos de la consulta de los originales (manuscritos, mecanoscritos, fotografías, como las recreaciones de los pictogramas de Paco Díe). Muchas de las reparaciones textuales son fruto de la subsanación de descuidos ortográficos y ortotipográficos flagrantes; de la actualización, con coherencia, de la puntuación (aun respetando la intencionalidad del autor) y la enmienda de innumerables confusiones de transcripción.
Resulta relevante recordar que esta edición ha contado con el apoyo incondicional de la familia del poeta, bastión de la proyección social y cultural de Miguel Hernández. El libro, profusamente ilustrado, incluso en color, inserta las ilustraciones originales de la editio princeps de Viento del pueblo (1937) porque se ha querido respetar el espíritu vanguardista de la concepción artística del poemario de guerra, concebido como un foto-libro, inaceptable sin la combinación imagen-palabra. Estas ilustraciones conformaron una novedad en la época, con dieciocho imágenes, cuyos realizadores son, por fin, casi en su mayoría, identificados. A estas fotos irrenunciables, se añade un importante conjunto de ilustraciones de documentos insólitos o absolutamente desconocidos en la bibliografía hernandiana. Se trata de un esfuerzo editorial que el lector agradece.
Escrito inculpatorio del alcalde de Orihuela contra Miguel Hernández detenido tras la Guerra Civil (Orihuela, 14 de julio de 1939)
Es de justicia académica destacar el afán continuo por estudiar e interpretar la obra hernandiana por parte de Riquelme, este propósito rebasa la simple reproducción, sin anotaciones. El editor literario se convierte aquí en uno de los más destacados exégetas de la obra hernandiana: Riquelme se ha afanado en contextualizar y hallar nuevas miradas sobre la obra de este poeta inmortal con el fin de complementar los textos creativos con introducciones expositivas alumbradoras, combinando la erudición y las dotes de divulgación que caracterizan a este profesor de vocación. Toda la interpretación de la obra de Miguel Hernández, así como una semblanza biográfica, resultan accesibles al público lector no avezado ni especialista, pero también resulta reveladora para quienes están más acostumbrados a la crítica literaria. Nos recuerda las antiguas ediciones de obras completas de Aguilar de tantos y tantos autores hispanos, con tapas de cuero y papel Biblia. De esta forma, los lectores ya introducidos en Hernández podrán leer estudios previos de cada sección o género literario en los que se resalta el significado de la obra creativa de Miguel Hernández en su contexto, de manera no recogida hasta la fecha: un Hernández dedicado a los cuentos infantiles, un Hernández antecesor de las técnicas del Nuevo Periodismo, un Hernández dramaturgo, un Hernández amagado en la erudición ignota de Perito en lunas o de El rayo que no cesa…
Libro de familia, con la fecha de la boda (matrimonio católico) de Josefina Manresa y Miguel Hernández: Alicante, 4 de marzo de 1942; veinticuatro días antes de que murieranal poeta, en la enfermería del Reformatorio de adultos
Con el fin de hacer hincapié en la explicación del proceso creativo hernandiano, se ha procedido a la reordenación de la obra literaria siguiendo criterios estrictos de cronología, o por causas tono-temáticas o métricas cuando procede. En este sentido, se altera el orden de numerosas composiciones respecto a las ediciones provisionales anteriores, resultado de la investigación y de la prolija transcripción y del cotejo de fuentes.
El poeta Luis García Montero ha querido subrayar que la edición de Jesucristo Riquelme de Miguel Hernández. La obra completa es la edición definitiva y necesaria para saborear de manera fehaciente la calidad del poeta universal nacido en Orihuela. El día de la presentación en Madrid el ministro de Cultura, Íñigo Méndez Vigo, quiso enfatizar que Miguel Hernández estaría orgulloso con este libro porque lo aproxima al pueblo por el que tanto bregó y por el que dio su vida: «poeta del amor, de la vida y de la muerte. El gran autor de la elegía más compungida de la historia de la literatura hispana».
Miguel Hernández saliendo del Ayuntamiento de Valencia (1937) con las pruebas de imprenta de Viento del pueblo
Permítasenos una confidencia: Jesucristo Riquelme ha sido el autor del libro de poesía más vendido en los años anteriores en España: fue un trabajo didáctico dedicado a nuestro escritor, dirigido a estudiantes para superar la Selectividad en su Prueba de Acceso Universitario (PAU) de todo nuestro país: Miguel Hernández, poeta del amor, la libertad y la juventud, publicado mimosamente por ediciones Micomicona.
No olvidemos que, para la promoción cultural de la zona de ámbito de Torrevieja y Orihuela, es relevante saber que la editorial EDAF tiene casa matricial y distribuidora no sólo en Madrid sino también en México, San José de Costa Rica, Buenos Aires y Santiago de Chile.
Leer a Miguel Hernández tanto abre los ojos como los cierra, porque la lectura de sus poemas conciencia y da sueños. Así lo entendemos en el sentido más noble del amor, la libertad y la juventud. ¡Qué oportunidad de regalarse con Miguel Hernández total!
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He aquí el último poema encontrado y editado de Miguel Hernández: «El aguador ahogado», en la edición que figura en el libro de Jesucristo Riquelme Miguel Hernández. La obra completa (2018):
El aguador ahogado
A mi amigo Manolo, aguador ahogado
A punto de casarte te has ahogado.
Y una mujer tortura sus cabellos,
echa de menos un timón de olmo,
llora un novio de yunques resistentes,
un corazón de campanario en fiesta,
derramando jornales por el suelo, que unisteis
para pagar el azahar y el hijo.
Y otra mujer, tu madre, tan mezquina
que te crio con hierbas y mendrugos,
gime y te insulta porque ha de pagar tu entierro.
Hoy tendrán sed tinajas y gargantas,
hoy huelgan por ti fuentes y aguadores,
carros y surtidores con los brazos caídos.
Tu cuerpo estaba hecho de herramientas sonoras:
parecías compuesto de disparos,
tu voz llevaba un trueno de las riendas,
y dos trillos, tus pasos, tan potentes
que quedaban las huellas de tus pies
guardadas en las losas.
Tú y la chicharra, de la misma especie.
Cuando hacías equilibrios sobre un cuchillo en pie,
cuando sobre tu carro
de cántaros templando sus guitarrones de agua,
relampagueando el látigo mordías al corrico,
cuando te desplegabas sobre tu acordeón,
caía seducida una hortelana.
Tú y Rosendo, los mozos más fornidos, Manolo.
Tu dilatado tórax ocupaba la calle,
a tu sien hondamente negra de juventud
acudían las venas y el amor a manojos,
parecía que nunca te habías de morir,
parecías verdad, y eras mentira.
Viniste al mundo derribando sillas
y levantando arados con los dientes:
tu mano mejoró la del león
y resistió tu espalda la caída de un pino.
Gremio de relucientes puñaladas,
suavemente las aguas te han matado.
Cuatro aguadores de anudados brazos
te llevan con los pies para delante.
Cuenta con mi dolor, cuenta conmigo,
y con mi corazón, y con mi lengua,
cuenta con un puñado de lágrimas y tierra,
cosechero que fuiste del estrépito,
privilegio acabado de la vida.
[Orihuela, agosto, 1935]