¿Qué hay más bonito
que reencontrarse con un amigo o una amiga
después de mucho tiempo sin verse?

A veces la distancia
nos separa de las personas
por las que sentimos un gran afecto
pero hoy hay muchas maneras
de mantener ese contacto
y reducir la sensación de vacío
que provoca la ausencia.

Pienso que la distancia
está en la mente
porque hay personas
que están a diez centímetros
y se sienten lejos.

Hay personas
que están a cientos de kilómetros
y saben que están muy cerca
porque solo hay que buscar el teléfono
o mandar un mensaje
para contactar con esa amiga o amigo
que se echa de menos.

Aunque no hay nada
como un reencuentro en persona:
poder abrazar,
besar, tocar, sentir
y hablar cara a cara
sin filtros, sin pantallas,
sin interferencias.

La clave está
en cultivar las amistades
para que la senda no se cubra
de mala hierba,
abonarla con paciencia, calma
o empatía y regarla
con las gotas del cariño.

¿Puede haber algo más agradable
que escuchar como alguien te dice:
“eres especial, no estás solo”?

Entonces no importa
dónde estás tú y dónde están ellos.
Solo importa confirmar
que puedo contar contigo y puedes
contar conmigo hasta el infinito.
y más allá de las nubes,
donde ni siquiera la distancia
puede eclipsar la luz de nuestro mundo.