Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
47 – Verano 2017
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

Las salinas, administradas por el Estado
Con la Ley de 1871 de Desestanco de la Sal, se autorizaba al Ministerio de Hacienda a poner a la venta todas las salinas del Estado a excepción de las de Imón (Guadalajara), Los Alfaques (Delta del Ebro) y Torrevieja y La Mata. A partir de ese momento se sucedieron diferentes concursos de arrendamiento, algunos declarados desiertos.
Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja, S. A. (CAST) (1898-1922)
Por Real Decreto de 22 de septiembre de 1897, se adjudica el arriendo de las salinas de Torrevieja a José Guardiola y Comas, que por otro Real Decreto de 19 de abril de 1898 subroga el contrato en favor de la Sociedad Anónima Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja (CAST), que explota las salinas durante 24 años, hasta el 4 de octubre de año 1922.
El canal del acequión de las salinas de La Mata
En 1907, para poner en explotación la laguna de La Mata, se construyó un canal o acequión de 1400 metros, destinado a introducir agua en ella, que allí debía evaporarse y concentrarse hasta cierta gradación.
Las mejoras de la CAST
La Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja introdujo importantes mejoras, consiguiendo con ello aumentar la producción anual de sal desde 80.000 toneladas hasta 273.000.
El cable flotante
Entre estas mejoras destaca la instalación de un cable flotante de acero de 18 milímetros de sección y 5000 metros de longitud, con sus correspondientes pontones y poleas guías y accionado por una máquina de vapor, que permitía el desplazamiento en abanico de los trenes de cuatro barcas cargadas con cuatro toneladas de sal cada una de ellas, que para su lavado se descargaban por basculación en unas fosas situadas en los diques, desde donde se elevaba a los trómeles de lavado.
Los salineros a principios del siglo xx
A principios de los años 20, el personal de la laguna estaba compuesto por 70 barqueros, 32 atracadores, 8 limpiadores de trenes, 5 de servicios y un taller de calafates con 8 operarios.
Los lavaderos
Se instalaron cuatro lavaderos mecánicos en el dique número 1, donde la entrada de agua del mar se hacía circular mediante bombas accionadas a vapor con una capacidad para procesar hasta 250 toneladas por hora.
Apilamiento de la sal en la garbera
La sal, una vez sometida al proceso de lavado, por medio de elevadores se llevaba a una tolva, situada en la parte alta de los montones, de 7 a 10 metros de altura, donde se cargaban las vagonetas, volquetes que circulaban por vías colocadas encima de la garbera formada por montañas de 70.000 a 80.000 toneladas de sal.
El desapilamiento de la sal
Los obreros realizaban el desapilamiento de la sal manualmente mediante picos, teniendo a veces que recurrir a explosivos debido al apelmazamiento del producto.
El ferrocarril de las salinas
Se construyó un ferrocarril para conectar las salinas con las Eras de la Sal con dos locomotoras de vapor y 180 vagones volquete de madera con armazón de hierro, con una capacidad cada uno de 2.200 kilos. Este sistema sustituyó los carros tirados por caballerías, aunque el desapilamiento de sal en las garberas y su carga en las vagonetas seguía haciéndose a mano.
Las barcas de la sal de la bahía
Desde lo alto del caballete de madera (de seis metros de altura desde el nivel del mar, construido en 1898 sobre el muelle de Levante de las Eras de la Sal), a través de una tolva las vagonetas vertían la sal a las barcazas, que tenían una capacidad de hasta 32 toneladas. Una vez cargadas las barcazas, la tripulación, compuesta de 5 hombres, 4 a los remos y perchas y un hombre al timón, las acercaba a los costados de los barcos fondeados en la bahía. Pasado el tiempo, las barcazas se remolcaban al costado de los barcos con remolcadores de las salinas. Una vez abarloadas en los costados de los barcos, la sal se cargaba en las bodegas utilizando palas y capazos de esparto, o con una grúa y caldero si el barco disponía de este sistema de carga. En cualquier caso, se podían llegar a cargar hasta 1.500 toneladas de sal al día.
Impresiones de Eugenio Noel sobre las salinas de Torrevieja
En 1912, el escritor Eugenio Muñoz, conocido por el seudónimo Eugenio Noel, vino a Torrevieja para conocer la ciudad y las salinas. Sobre esta visita, entre otras cosas, escribió lo siguiente: «Aprovecho mi viaje a Murcia para conocer Torrevieja, esa ciudad bella, rara y pobre. Debía ser riquísima, pero el Estado ha querido lo contrario. ¿Qué genero de arrendamientos son esos en que el Estado, propietario de un filón inagotable, garantiza las existencias elaboradas si no se vende?, con lo que la compañía venderá o no si le viene en gana».
El trabajo en la charca o laguna
La gabarra marchaba sobre un suelo de sal formado por once capas. Los obreros se metían en el agua calzando altas polainas de cuero crudo, rematadas en soleas de madera protegidas por dos herraduras. Para sacar una leva de 50 o 60 kilos, utilizaban como herramienta la paleta y el ocino.
Las protestas de los obreros de las salinas
La salida a la calle en manifestación de los obreros de las salinas en abril de 1890, para reclamar mejoras laborales, fue el preludio de otras manifestaciones más duras, como la huelga de carreteros y barqueros de 1909, que acabó cuando consiguieron un aumento de jornal. O la ocurrida principios de 1919, en que se declararon en huelga 1.600 obreros reivindicando la jornada de 8 horas y mejoras en los jornales.
La jornada de trabajo
En los años 20, la jornada laboral comenzaba a las 3 de la madrugada en verano y a las 5 en invierno, y los obreros cobraban de 2’50 a 3 pesetas por 12 a 14 horas de trabajo.
La Unión Salinera de España (USE) (1924-1950)
Después de un año de estar las salinas administradas por el Estado, y otro año por la Sociedad Anónima Arnus Gari, por Real Decreto de 31 de mazo de 1924 se adjudica el arrendamiento a la Unión Salinera de España S. A. (USE), empresa que permaneció hasta el mes octubre de 1950.
Innovaciones introducidas por la Unión Salinera de España (USE)
Entre las innovaciones introducidas por la Unión Salinera de España, está la instalación de un taller de molturación para la elaboración de las distintas clases de sal molida y triturada, con dos trituradores y tres molinos Guitart, movidos por una caldera de vapor Babckoc Wilcox. Más tarde se sustituyeron por otros cuatro de la marca Krupp, accionados por un motor Winthertur.