Si decido en el mundo nacer,
nunca anhelo escoger el lugar,
ora puedo nacer en palacios
o quizás solo sea una carpa.
Acaso hubiere paredes pintadas,
o tal vez, solo lonas sin techos.

Mas, cuando observo el entorno,
me sorprenden miradas de odio,
me estremecen las armas que cargan
por ambición de dinero y poder.
Sus pasiones, rencores, desbordan
envilecidos, sin honra ni honor.

Muchas veces despierto con llanto,
otras muchas me veo temblar,
esos ruidos de bombas me aturden,
confusiones y gritos me asustan.
A pesar de tener sentimientos,
nadie logra la paz conciliar.

Para todas las mentes mezquinas
que no obtienen sosiego ni amor,
ruego brille la luz nuevamente,
que amanezca un mañana mejor,
y entre todos hallemos la senda
que nos lleve de vuelta al Portal...