Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
45 – Invierno 2017
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

Hace años, en verano, asistí a un curso de la Universidad de Alicante titulado «Litoral mediterráneo: un espacio sin fronteras (siglos xiv-xviii)». Entre el material que nos entregaron estaba el informe del reconocimiento de la costa del ingeniero militar de la plaza de Alicante Manuel Caballero, que entregó a sus superiores después de recorrer las poblaciones de la costa desde Alicante a Cartagena, en el año 1810. En dicho informe, de interés para la defensa, Caballero, refiriéndose a Torrevieja, entre otras cosas dice que en aquel año la población tenía unos 1.500 habitantes y que la jurisdicción ordinaria la regentaba el subdelegado de la Renta de las Salinas. En el informe también mencionaba el aspectos del comercio, la rada, el movimiento de buques, el negocio de la sal y los trabajadores de las salinas, los frutos del pais, el baluarte de Punta Cornuda, el gobierno de la población, los funcionarios, el sector artesanal y la salud de los habitantes. Todo ello muy interesante para conocer cómo era la población en aquel año. Pero dado que este artículo trata de la salubridad de Torrevieja, me centraré en lo que el ingeniero escribió sobre este tema tan importante, del que entre otras cosas decía: «Goza esta población de mucha salubridad, pues apenas se conocen enfermos, y mueren sus habitantes de avanzada edad. A esto contribuye, después de su situación y ventilación, el estar en medio de las dos salinas que purifican los vientos. La una es de La Mata, que está a una legua, y cuya población está gobernada por el mismo subdelegado de las salinas, como que es parte de la administración».
En la actualidad
Desde que Manuel Caballero estuvo en Torrevieja han pasado 206 años. En los últimos veinte he entrevistado a decenas de torrevejenses, hombres y mujeres, muchos mayores de 65, incluso varios de ellos con edades comprendidas entre los 100 y 106, aunque también he conocido a otros torrevejenses longevos, entre ellos una señora nacida en Torrevieja que falleció a los 108 años de edad.
Sobre Torrevieja, el turismo, el clima salubre o saludable, he escrito varias veces. Tengo un amigo farmacéutico jubilado que ha vivido muchos años en La Coruña y que, hablando sobre estas cosas, me dijo que él, pudiendo vivir en otra ciudad, vive en Torrevieja por ser una ciudad salubre, debido al clima, el sol, las salinas, el mar, el parque natural, etc. A otro amigo de la infancia, también jubilado, que ha vivido muchos años en Barcelona, con el fin de paliar los dolores y molestias que sufría, artrosis y otras propias de la edad, estando en la consulta el médico le preguntó de dónde era, y al decirle que era de Torrevieja, el médico se extrañó de que no fuera a su pueblo, con el buen clima que tiene para estas enfermedades.
En el semanario Hoy Torrevieja
Precisamente, y abundando sobre este tema, en el semanario Hoy Torrevieja del jueves de 20 de octubre del pasado año, se publicó la entrevista realizada a José Olcina Cantos, catedrático de Análisis Geográfico de la Universidad de Alicante. A las preguntas del periodista, sobre Torrevieja, entre otras cosas, dijo lo siguiente: «Torrevieja tiene lo que se conoce como un “clima local” singular, debido a la presencia de las dos lagunas, a su carácter marítimo con un Mediterráneo cálido la mayor parte del año y a su frente el litoral abierto a los flujos del sur. Esto da un carácter especial a sus condiciones climáticas, que son suaves casi todo el año, con un elevado grado de confort climático, que es muy valorado por los turistas que aquí vienen. (...) Es un clima cálido y soleado. Con una atmósfera generalmente limpia. Sin sobresaltos de temperatura. Con mucha luninosidad. Es, como se decía en los tratados del siglo xix, un “clima salutífero”».
En mi opinión, son muchas las cosas buenas que tiene Torrevieja para ofrecer a las personas que nos visitan, entre ellas las playas, las muchas horas de sol al año, los deportes náuticos, el parque natural, la gastronomía y tantas otras. Pero parece que nos cuesta dar publicidad de las condiciones salubres de Torrevieja como se hace con otras peculiaridades de la ciudad. Ante esta falta de difusión de las bondades saludables del clima local, por suerte son las personas que nos visitan de España y de otros países de climas húmedos y fríos los que mejor hablan de la salubridad de esta ciudad. Así ocurre con el libro Mineros en Torrevieja, del antropólogo asturiano Jacinto Prieto Pando, un estudio antropológico sobre movilidad y residencia, publicado en el año 2007 y presentado en el Centro Asturiano de Torrevieja. La lectura de este libro es un paso más para, a través del estudio de campo realizado por el autor en 32 entrevistas a mineros asturianos, conocer mejor las bondades de este especial clima, para algunos una especie de microclima.
En el libro, las edades de los mineros asturianos jubilados que aparecen en tres tramos están entre los 40 a los 70 años, teniendo en cuenta que los mineros, según el trabajo que realizan en la mina, tienen bonificaciones en años laborales para su jubilación, algunos hasta diez por cada veinte trabajados, siendo los más primados en este sentido los picadores, que trabajan en el tajo en el interior de las galerías de la mina. De los 32 mineros entrevistados que aparecen en el libro, todos con residencia en Torrevieja, ocho están empadronados en Asturias, veinte en Torrevieja, uno en Pamplona, uno en Vitoria y dos en León. El autor dice que uno de los atractivos de Torrevieja para muchos de sus visitantes es el clima, tema que aparece con mucha frecuencia en las respuestas de los entrevistados.
Consideraciones sobre el turismo de Torrevieja
Sobre el turismo en Torrevieja se han escrito muchas cosas, entre ellas que el crecimiento de la ciudad en cuanto a construcción debía haberse planificado de otra manera. Sea como sea, la realidad es que Torrevieja es una ciudad turística con mucha aceptación, que aún hoy, junto a Orihuela, lidera las licencias de construcción de la provincia de Alicante. En las distintas urbanizaciones de la ciudad hay desde apartamentos más o menos baratos hasta chalés de 500 metros cuadrados con piscina, cochera, cocina para barbacoa al aire libre, sótano, etc. En la actualidad, en Torrevieja, aunque hay algunos hoteles, predomina la vivienda de segunda residencia, alrededor de 50.000. Otra característica relevante es que en Torrevieja no hay fábricas de ninguna clase que emitan humos y gases a la atmósfera, con los beneficios añadidos que produce el mar con sus brisas y yodos y la salubridad de las lagunas saladas.
Torrevieja y Orihuela
En junio de 2012, Torrevieja y Orihuela fueron anunciadas como las dos ciudades con mayor venta de inmuebles en España. Estamos de acuerdo en que Torrevieja puede ser una ciudad de nivel medio en lo que a turismo se refiere, pero eso no deja de ser riqueza. En cuanto a las estadísticas de tipo económico referidas a la ciudad que la sitúan en un nivel bajo de riqueza, hay que tener en cuenta que son muchos los extranjeros residentes, británicos, nórdicos y otros, que cotizan a la hacienda de sus respectivos países, lo cual, al no reflejarlo las encuestas del INE, da posiciones inferiores a la realidad. Aunque en general el turismo de Torrevieja no es de alto poder adquisitivo, más bien lo contrario, la realidad es que también mueve dinero, aunque no sea a los niveles de otras poblaciones turísticas.
Torrevieja tiene un clima privilegiado, un clima sano, y otras ventajas que la hacen una ciudad atractiva para las miles personas que la visitan o residen en ella. Por eso debemos ser conscientes de que una buena parte de la población laboral vive del turismo, y para que siga siendo así hay que intentar mejorar y cuidar el municipio en todos los aspectos.
La salubridad de la villa de Torrevieja
Torrevieja, además de sus playas y calas, cuenta con un parque natural protegido, un paraje único de fauna y flora silvestre, por cierto poco visitado, como ocurre con las dos lagunas y la industria salinera. Desde principios del siglo xviii hasta nuestros días hay informes y datos que corroboran el clima salubre o saludable de Torrevieja. En el siglo xviii se dieron algunos casos de epidemias en las que Torrevieja no resultó afectada, y no sólo eso, sino que fue refugio para familias de los pueblos cercanos afectados. La historia nos enseña que Torrevieja, en el pasado, la mayoría de las veces ha quedado libre de epidemias, pestes y cóleras, como ocurrió en 1810 con la fiebre amarilla que se declaró en Cartagena, en la que unos 30 diputados de la región de Levante, cuando se dirigían a las Cortes de Cádiz, se refugiaron en Torrevieja con sus familias. El ingeniero guipuzcoano José Agustín de Larramendi, después del terremoto del 21 de marzo de 1829 y días sucesivos, diseñó la población de nueva planta a cordel norte-sur y este-oeste, precisamente para su mejor ventilación con las brisas marinas. En las pestes y cóleras de 1834 y 1854 que afectaron a varios pueblos de la comarca, las autoridades locales, dentro de las medidas sanitarias de entonces, para evitar propagaciones, establecieron un cordón de vigilancia que durante un tiempo impidió la entrada y salida de gente de la población. En el año 1885, el llamado año del cólera, por la epidemia que azotó a toda España, Torrevieja igualmente quedó libre de esta terrible enfermedad contagiosa.
En este saludable clima, con una temperatura media de 19º y aproximadamente 340 días de sol al año, y una media de precipitaciones entre 200 mm. y 225 mm entre 25 y 50 días de lluvia, tienen mucho que ver las dos lagunas saladas, la de La Mata con una superficie de 700 Ha y la de Torrevieja con 1.400.
Foto: Rubén Torregrosa