Entrañable sensación.
Objeto silencioso
de la más honda perfidia
del paso del tiempo.

Quiso éste ahogar
tu siempre añorado recuerdo,
sin conseguir otro logro
que hacerte aún más grande.

Regresas a mí con plenitud de fuerza,
como cuando era niño,
siendo la luz de mi camino
y el bálsamo de mi anhelo.

Reminiscencias de consejos,
de soporte, de amparo,
de la calma de tu presencia
y de la fortuna de haberte tenido.

Y ahora..., capricho de la vida,
lejos de como un día fue,
es a través de mi reposo
del modo en que vuelves a mí.

Para de nuevo llenar
mi mente de tranquilidad,
la cual me devuelves al sentirte
otra vez a mi lado.

Pero a pesar de mis deseos
no podré retenerte,
la vida es inflexible al respecto
y pronto despertaré.

El nuevo día será duro,
la herida ha sangrado de nuevo,
pero siento que soy más fuerte
y pronto generaré nueva sangre.

Ojalá esa misma sangre que tú me diste
permanezca pura en mis hijos,
y que éstos me quieran a mí
como yo te quiero a ti.