Ángel te puse de nombre
porque naciste primero,
uso el nombre con esmero
que esta tradición asombre.
En la familia ese nombre,
ese nombre que tú tienes,
cuídalo entre tus bienes.
Mi mente siempre te besa
con una fuerza traviesa
que se reclina en las sienes.
Tu mano a mi pecho asida,
cual almendro florecido
en mis entrañas metido,
enredadera de vida
quedó mi frente abatida.
Eres fruto con renombre,
raíz de árbol te nombre
en la sangre de mis venas,
en mis manos de azucenas.
Ángel te puse de nombre.
Paloma de la alborada
miré velando tu sueño,
¡qué bello y qué pequeño!,
eras de carne trenzada
sobre mi sangre labrada.
Hijo, sabes que te quiero,
solamente de ti espero
un amor correspondido,
no me dejes en olvido
porque naciste el primero.
Eras cual un torbellino,
decías cariñosamente
palabras que están en mente.
Llévame en ese camino,
vida sin ti no adivino.
Madre, tú eres lo primero,
das el beso verdadero,
por eso, madre preciosa,
para que estés orgullosa
uso el nombre con esmero.
Te llamas como el abuelo,
lleva el nombre con orgullo
y ponlo a un hijo tuyo,
acreciente ese consuelo,
alta cumbre es la que anhelo,
tenlo siempre por costumbre
de ser en la vida un hombre,
almena de sentimiento,
Ángel de mi pensamiento
que esta tradición asombre.
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Estambre eres de mi rosa,
angustia de soledades
que rondan eternidades,
eres la plata preciosa
de aleta de mariposa,
que siempre esa luz te alumbre
rondando bella costumbre.
Hijo, grande es la hermosura
y forjada en escultura
en la familia ese nombre.
Mas ecos busqué en el viento,
estiro fuerte la mano
pensando tiempo lozano
que llegue como un sustento
para calmar sufrimiento,
con temblores en las sienes.
¡Comprende! ¿Por qué no vienes
escuchando los mensajes?
Grito por esos parajes
ese nombre que tú tienes.
Naufrago con la tristeza
donde crece gran intriga,
escollo de mi fatiga:
sin doblegar la cabeza,
orgulloso y con dureza
absurda postura tienes
que es la fuerza que sostienes,
quítala del pensamiento,
dame luego el sentimiento,
cuídalo entre tus bienes.
Mi calor te dio el cariño
en la sangre de mis venas
quitando todas las penas
cuando llegabas de niño.
Retorna a mí tu cariño,
regresa de nube espesa,
dame pronto la sorpresa,
quítame tú el sufrimiento
de sentir este tormento;
mi mente siempre te besa.
Rápida pasó la vida,
eres ahora alto y fuerte,
vives muy intensamente
apartado de mi vida,
no comprendes esa herida
que mi pecho atraviesa.
De años pasados regresa,
tormento vivir sin verte,
enfrentada a la muerte
con una fuerza traviesa.
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