Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número 41 – Invierno 2016
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

 

La calle
El 28 de junio de 1984, el Ayuntamiento de Torrevieja, presidido por Joaquín García Sánchez, dio la denominación de Fotógrafos Darblade a la anterior calle Sevilla, que había sido rotulada con este nombre en el año 1945 y en sustitución a su vez del de Mariana Pineda y Muñoz, célebre heroína granadina y dama mártir de la libertad, uno de los símbolos de la lucha contra la opresión y en defensa de los más desfavorecidos.

La saga
Durante tres generaciones, la familia de fotógrafos Darblade, de origen francés (Jean Darblade Lamotta, Alberto Darbalde Lafeuillade y Alberto Darblade Aguirre), fue la que durante más de 90 años realizó miles de fotografías de la gente, las familias y la antigua Torrevieja marinera y salinera, así como de otros pueblos de la comarca. Estas fotografías iban marcadas con el apellido Darblade en el reverso o en las cartulinas, donde se motaban las fotos según la costumbre de la época. El torrevejense Antonio Conesa Morales fue durante 25 años continuador, como fotógrafo y heredero, del estudio y del archivo fotográfico de la familia Darblade.

La familia
Sobre 1850, los Darblade eran una familia francesa de comerciantes y artesanos establecida de Agen, ciudad importante del suroeste francés situada en el departamento de Lot Garona, en la región de Aquitania. Jean Darblade Lamotta aprendió la técnica de la fotografía en París en un momento en que el invento de los franceses Niepce y Daguerre se extendía por toda Europa.
Llegada a España
En 1860, Jean Darblade Lamotta, su esposa Delfine Lafeuillade Julia, y su hijo Albert, de corta edad, al ser estafados en Francia por un hombre por una suma considerable de dinero, y tener noticias por la policía de que había localizado al estafador en la región de Murcia (donde vivía ricamente en una hacienda), decidieron venir en su busca para recuperar el dinero defraudado, que nunca se consiguió. Entonces los viajes se realizaban en carruajes de postas tirados por caballos y en tartanas tiradas por reatas de mulas sobre caminos de tierra, y había que cargar, además de los baúles, todos bártulos y el equipo para montar el estudio fotográfico. A mitad del trayecto entre Alicante y Cartagena, al anochecer, la familia tuvo que detenerse en Torrevieja debido a que el pequeño Albert tenía mucha fiebre y otros síntomas alarmantes, por lo que Darblade y su esposa decidieron alojarse en la Fonda del Tono para pasar la noche, y desde allí llamar al médico para que atendiera a su hijo. Al ser su diagnóstico fiebres maltesas, el niño Albert, con todos los cuidados posibles, tardó en recuperarse varias semanas durante las cuales algunas familias torrevejenses, al enterarse de que en la fonda estaba alojado un matrimonio francés con un niño muy enfermo, no dudaron en ofrecerles ayuda llevándoles diariamente frutas y pescados recién cogidos, gestos que los padres agradecieron chapurreando español. Los imprevistos gastos de hospedaje, farmacia y médico, y la gran acogida dispensada en Torrevieja, hicieron que, para ganar algún dinero, la familia se decidiera a trabajar en su oficio de fotografía, para posteriormente continuar el viaje. Pero conforme pasaban los días, al encontrarse a gusto en Torrevieja y en un clima templado y seco, tan distinto al de Francia, buscaron una casa de alquiler (situada en la calle que hoy lleva su nombre) en donde montaron el primer estudio fotográfico de Torrevieja, cuando no existía ninguno en Orihuela, Murcia ni Alicante.
Con el paso del tiempo, la familia Darblade, felizmente adaptada a la villa y a la convivencia con los vecinos, ya eran don Juan, doña Delfina y Albertico. Aquel niño francés creció fuerte y sano, fue a la escuela y, trabajando con su padre, aprendió el oficio de fotógrafo. Ya hombre, se enamoró de la joven torrevejense Josefa Aguirre Hernández, hija de una conocida familia de marinos y armadores del pueblo, con la que se casó en 1886, en templo de la Purísima anterior al actual. De este matrimonio nacieron sus tres hijas, Delfina, Guillerma y Albertina, y su hijo, Alberto Darblade Aguirre. Los abuelos Juan y Delfina, pioneros de la familia, que vieron crecer a sus nietos hasta su natural fallecimiento, ya entrado el siglo xx. El segundo Darblade, el padre de Alberto, falleció al principio de la Guerra Civil. Alberto Darblade Aguirre, casado pero sin descendencia, continuó la tradición familiar llegando a la culminación de la casa Darblade en el aspecto artístico, por lo que su estudio fotográfico llegó a alcanzar fama en toda la región por la calidad del material utilizado y de las fotografías.

Alberto Darblade Aguirre falleció, a los 70 años, el 30 de julio de 1963. La relación de amistad y artística con el pintor y fotógrafo Antonio Conesa Morales hizo que todo el material del estudio y el importante archivo fotográfico de la familia Darblade pasara a su poder. A su vez, Conesa ha cedido todo ese valioso material a su sobrino, Antonio Conesa, que desde hace años tiene su estudio fotográfico en la misma calle Fotógrafos Darblade.