Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
41 – Invierno 2016
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

Ésa es la cuestión: cuando nada funciona, cuando los móviles o celulares (como dicen nuestros amigos americanos) dejan de funcionar, cuando Internet se colapsa, cuando las torres de comunicaciones se quedan sin suministro eléctrico para su alimentación, cuando se produce el caos, ¿qué pasa? Pues se lo voy a contar, he tenido que trasladarme... No, no, eso no es de aquí (je, je).
Siempre quedan los radioaficionados. ¿Y quiénes son esos? Pero ¿queda alguno? Y ¿qué hacen si ya está Internet? Bueno, trataré de dar un poco de luz. Tifón «Yolanda», Filipinas, 2013:
Las comunicaciones en Filipinas tras el paso del tifón «Yolanda» han quedado cortadas. No hay electricidad ni funcionan los teléfonos móviles, y sólo es posible comunicarse a través de la radio. Los radioaficionados están prestando asistencia para ayudar en la tarea de evacuación y de difusión de informaciones relacionadas con la tragedia. También han recibido el encargo de ayudar a las familias para poner en contacto a sus miembros, ya que en muchos casos desconocen si están vivos o han desaparecido. (Associated Press).
El «Amateur Radio Club MDX», de Saipan, mantiene activo un equipo de operadores. Su presidente, Bong Malasarte, ha organizado un equipo de comunicaciones de emergencia de los miembros de la asociación residentes en Saipan para ayudar a comunicar con familias del área de Visayas. En este club recuerdan que por el momento la única forma de estar en contacto es a través de la radio. El mismo radioclub está colaborando con la Asociación de Radioaficionados de Filipinas para establecer estaciones en distintos puntos de la provincia. La red de emergencia de los radioaficionados está operando en las frecuencias de 7.095 KHz y 144.740 MHz. (Saipan Tribune).
Esto es sólo una muestra. Podríamos pensar que en Filipinas los medios nacionales de comunicación no son de última tecnología, pero veamos en EE. UU. cuando en noviembre de 2012 pasó el huracán «Sandy»:
En el refugio de emergencia de la Cheltenham High School, una escuela de secundaria de Filadelfia, dos radioaficionados voluntarios se turnaron en trabajos de doce horas para proporcionar comunicaciones de emergencia entre el refugio y el Centro de Operaciones de Emergencia del Condado de Montgomery y la Cruz Roja Americana.
«Lo que hacemos es proporcionar comunicaciones de emergencia si se va la luz», dijo Ed Kenna, uno de los voluntarios. «Hemos traído una batería que puede funcionar durante doce horas si perdemos la energía eléctrica», añadió. Los voluntarios explicaron, además, que en caso de que hubiera una emergencia médica en la escuela podrían avisar por radio a una ambulancia. (Radio-Noticias).
Ésta es la utilidad pública, reconocida por casi todos los gobiernos del mundo, pero ¿qué hacen mientras no pasa nada? Bueno, yo defino a los radioaficionados con tres actitudes o actividades: los «locutores», los «cacharreros» y los «anteneros». (Yo me encuentro entre los terceros).
A los «locutores» les gusta hablar, conocer y pasar un rato con personas que no tienen físicamente delante pero con las que, con el paso del tiempo, incluso pueden tener una relación de amistad muy profunda. También pueden aprender o practicar idiomas y, cosa muy necesaria, dan reportes de actividad tanto a los «cacharreros» como a los «anteneros».
A los «cacharreros» les gusta experimentar construyendo sus propios equipos o reformando los comerciales. Están muy considerados, ya que cuando surge un problema pueden resolverlo sin coste, cuestión muy importante.
Y por último, están los «anteneros». Éstos se construyen sus propias antenas, generalmente con materiales de fontanería, tubos de pvc o de cobre, etc. Son también conocidos como «fontaneros de aire». ¿Que pretenden? Pues, con el mínimo coste, elaborar sus antenas y que resulten mejores que las comerciales (bastante caras, por cierto). En fin, estos dos últimos radioaficionados se dedican a la experimentación.
Un aspecto común de estos tres tipos son los concursos: al contactar con otra estación, se debe anotar en un libro de guardia oficial, y pedir certificado al corresponsal por medio de una tarjeta que envía por correo. Luego, con esas tarjetas, es posible presentarse al concurso de islas, países, vórtices geodésicos, fiestas patronales, etc. En Torrevieja se expedía un diploma a quien contactara con cualquier radioaficionado de Torrevieja o con la estación del radioclub durante la semana de habaneras, y hasta hace poco un grupo de radioaficionados de la zona pone en activo el museo flotante del submarino S-61 para el diploma internacional de museos flotantes.
Todos estos aficionados deben pasar un examen en todos los países. Cada país asigna a sus operadores un código de llamada distinto que lo identifica entre todos. En España hay tres clases: EA, EB y EC, siglas que correspondían a las tres categorías de radioaficionados. Pero en la actualidad tienen la misma, luego un número que identifica la región, y dos o tres letras más que completan el «indicativo» de la estación.
Un radioaficionado muy conocido por todos los españoles es EAØJC, operador Juan Carlos, ya se imaginan quién es.
También existe una red de emergencia de protección civil, denominada «REMER», que es controlada por el Gobierno Civil, compuesta por radioaficionados entrenados para casos de emergencia con su indicativo especial, y que todos los días del año reportan al operador del Gobierno Civil dos veces al día el estado de la red y cuántos están activos. Se dedican a operaciones de control, comunicaciones e información.
Es muy satisfactorio conseguir contactar con otro radioaficionado en un rincón recóndito del mundo, llegar más lejos con un equipo construido por uno mismo de mínima potencia, o con una antena hecha con tubo de desagüe.
Pero volviendo al título, «cuando nada funciona», pues la contestación es: siempre habrá un radioaficionado que, con una batería de coche, un rollo de cable como antena y su equipo emisor, saldrá a buscar el sitio más alto y más despejado, clavará en el suelo sus mástiles, colocará su antena y pedirá auxilio, otro «colega» lo escuchará desde un punto lejano y avisará a las autoridades para que dispongan los mecanismos de emergencia necesarios.
Así que, además de conocer a personas de distintos países, participar en concursos, aprender electrónica y «fontanería» y, por supuesto, los días de convivencia en «vertical», se puede colaborar con la sociedad. Por eso en España están declarados de utilidad pública.
Esto es a grandes rasgos, lo que significa esta afición. Se podría estar escribiendo sobre este tema infinidad de páginas, pero pienso que si alguien quiere más información, existe una gran cantidad de radioclubes y radioaficionados con web que estarían dispuestos a explicar qué es esta afición, al igual que un servidor de ustedes.
Estación: EA5CAD
Operador: Manuel
QTH: Torrevieja (Alicante)
EA5CAD queda QRT y 73´s
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EB 5 BDT - Encarna | EA 5 CAD - Manolo |
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Organización Europea de Radioaficionados: http://www.eurao.org/es
Unión de Radioaficionados españoles: http://www.ure.es/