Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
80 – Otoño 2025
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja
El mundo en experiencias: un viaje compartido
Esther Elkouss Coronas
En la Gran Muralla China, símbolo de historia y
resiliencia. Foto: Felipe Cabello Colón.
Hay experiencias capaces de transformarnos para siempre y
de enseñarnos a mirar el mundo con otros ojos. En 2024, junto a mi marido
Felipe, emprendimos un año sabático para dar la vuelta al mundo. No fue un
impulso improvisado, sino un sueño que nació el mismo día en que nos conocimos,
en 2018. Durante años pareció una meta lejana que requería sacrificios
importantes —ahorrar, planificar, cambiar nuestro rumbo—, hasta que un día
decidimos hacerlo realidad.
En esos doce meses recorrimos 67 países. Conocimos culturas,
compartimos conversaciones y vivimos experiencias que nos recordaron que lo
auténtico es lo que permanece. No regresamos con respuestas definitivas, pero
sí con la certeza de que lo esencial no son los destinos, sino el camino y las
personas que lo hacen especial.
Entre tantos recuerdos, hay tres que capturan la esencia de
aquel viaje.
Noche estrellada en el desierto de Uluru, Australia. Foto:
Felipe Cabello Colón.
Bajo la inmensidad del cielo
El primero llegó una noche en el desierto de Uluru, en el
corazón rojo de Australia. Caminamos hasta un claro y, al apagar las linternas,
el cielo se encendió ante nosotros: la Vía Láctea y millones de estrellas
brillaban con una nitidez que jamás había visto. Esa sensación de pequeñez y
asombro ahora forma parte de mí para siempre.
El puente Anshun reflejado en el río Jin, Chengdu (China).
Foto: Felipe Cabello Colón.
Conexiones sin fronteras
El segundo me sorprendió en un mercado nocturno de Chengdu,
China. Entre los puestos repletos de platos locales, una pareja china se animó
a acercarse y hablarnos. Con ayuda del traductor del móvil pasamos de las
sonrisas iniciales a compartir impresiones sobre nuestra primera visita al país
y sus costumbres. Esa espontaneidad me recordó lo poderoso que es nuestro deseo
humano de conectar, incluso sin hablar el mismo idioma.
Calles vibrantes y llenas de vida en Osaka, Japón. Foto:
Felipe Cabello Colón.
Confianza compartida
El tercero ocurrió en Japón, cuando Felipe olvidó su cámara
profesional en un tren bala rumbo a Osaka. Dimos la pérdida por descontada,
pero en menos de una hora la habían localizado, registrado y custodiado en la
oficina de objetos perdidos. Esa demostración de eficiencia, honestidad y
confianza social nos dejó sin palabras.
Lo que aprendimos en el camino
Tres momentos tan distintos entre sí, pero que resumen
perfectamente lo que nos llevamos de aquel viaje: el asombro ante la naturaleza
y la necesidad de protegerla, la diversidad cultural que nos une más de lo que
nos separa, y la confianza social que nace del respeto mutuo y nos recuerda que
todos formamos parte de una misma comunidad global.
Ésta es la primera entrega de una serie de reflexiones que
quiero compartir en Ars Creatio. En los próximos números
exploraremos cómo la diversidad cultural nos enriquece a todos, cómo la
innovación puede convivir armoniosamente con la tradición, cómo unas sociedades
cuidan —y otras descuidan— su entorno natural, y qué significa realmente
sentirse acogida en cualquier rincón del mundo.
Porque lo aprendido en un viaje alrededor del planeta no se
queda guardado en la maleta: también puede inspirarnos a redescubrir las
maravillas que tenemos más cerca. Porque viajar no es escapar de nuestra realidad,
es regresar transformada a ella. Y al final entendí que las mejores
experiencias no se miden en kilómetros recorridos, sino en lo mucho que nos
cambian por dentro.
Esther Elkouss Coronas ha liderado
proyectos de marketing y eventos en ciudades como Nueva York, París y Madrid.
Apasionada de la cultura y los viajes, tras recorrer 67 países en un año fundó
Miss Flamingo, una plataforma digital de experiencias que da visibilidad a la riqueza
auténtica de Torrevieja y su entorno.