Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
80 – Otoño 2025
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja
Fibromialgia
Menuda palabra han
elegido para definir una enfermedad invisible. Aparentemente no se nota, pero
realmente ¿qué es la fibromialgia? Según la Organización Mundial de la Salud,
está reconocida, desde 1992, como «trastorno crónico del dolor musculoesquelético
generalizado», acompañado de fatiga, alteraciones del sueño, problemas de
memoria y concentración (fibroniebla) e hipersensibilidad al dolor. Es una
enfermedad reumatológica y afecta mayoritariamente a mujeres y en menor grado a
hombres e incluso niños y adolescentes.
Pero, ¿cómo se
mide el dolor? Existe un protocolo para determinar unos puntos sensibles que
serían los indicadores de que estamos ante esta enfermedad, pero aquí es donde
surge la problemática, ya que ese protocolo no suele seguirse cuando una
persona con fibromialgia se presenta ante su médico exponiendo sus sospechas e
indicando sus dolencias. El resultado suele ser medicación, en algunos casos
tan fuerte que quienes la toman no son capaces de reactivarse, sino más bien se
adormecen. Y en otros casos acaban en departamentos de psicología y/o
psiquiatría. ¿Por qué? Pues muy sencillo. Este tipo de medicación merma a la persona,
la invalida para realizar las actividades de vida diaria e incluso la puede
llevar a estados depresivos por no tener el seguimiento oportuno.
Esto es la cruda
realidad, pero existen terapias alternativas que, en muchos casos, ayudan a
rebajar dosis de medicación y al mismo tiempo ofrecen una calidad de vida que
puede mejorar considerablemente. Por estas razones y la preocupación por
encontrar soluciones, surgió en Torrevieja, allá por el año 2006, la Asociación
ASIMEPP (Asociación para la Salud Integral y Mejoras Psicofísicas
y Psicosociales). Desde entonces, ASIMEPP está trabajando duramente con el
objetivo fundamental de dar visibilidad a la enfermedad, ya que así se podrá
entender mejor a las personas que la padecemos, y se dejará de discriminar
injustamente en situaciones laborales e incluso familiares. La fibromialgia
duele, cansa, afecta a nuestra memoria y, como consecuencia, altera la
convivencia y la exigencia ante el trabajo.
Pero ¿tú tienes
fibromialgia?, pues no se te nota nada. Es que la enfermedad no se nota, pero «no
me abraces fuerte» o «cuidado con los masajes» son palabras que se suelen oír
en estos casos cuando alguien trata de hacerlo. Sí, la hipersensibilidad es lo
que tiene. Y ahí es cuando surge la mejor terapia: hablar y no callar. Cuando
te sientes que no puedes más, que tu cuerpo no te responde, cuando te dicen «que
vago/a eres, todo el día en el sofá», es cuando surge la segunda mejor terapia:
muévete.
Ésas y otras
muchas más terapias las ofrece ASIMEPP. Muévete, pero bajo control, cada cuerpo
pide una cosa diferente, yoga, taichí, gimnasia... Y eso junto con una ayuda
psicológica, ya sea individual o en terapias y talleres grupales, lo encuentras
en ASIMEPP. En muchas ocasiones, y por las circunstancias de cansancio y
fatiga, no te mueves lo que debes y tu cuerpo se queja. Un/a nutricionista te
guiará en la alimentación más apropiada. Dolor, tensión muscular, rigidez: la fisioterapia
especializada te será muy útil. Sesiones de meditación, reiki, talleres de gong
y cuencos tibetanos, manualidades, baile... y todo lo que el equipo de
profesionales, con la junta directiva, pone en común lo tienes en la asociación.
Casi todo depende
siempre de la voluntad de cada cual. Y con un mínimo de ella, nos puede cambiar
la vida. La asociación brinda oportunidades para lograr una mejoría, y lo
importante es estar implicado para, entre todos, poder reclamar y exigir una
atención médica especializada (reumatólogo/a) y jurídica: médica, para tener un
diagnóstico que prevalezca jurídicamente en aquellos casos en los que la
enfermedad ocasione una minusvalía; y jurídica, para conseguirlo.
No por ello dejamos
de ser personas con ganas de vivir y luchar. Los obstáculos están para
sortearlos, y la lucha debe continuar haciéndonos ver y estando presentes en
eventos y actos sociales, tanto en los organizados por la asociación como en
cualquier otro en el que las personas con fibromialgia puedan demostrar su
fortaleza y, sobre todo, su ilusión por la vida.
Para finalizar, me gustaría dejaros un poema que nos dedicó una gran persona y poeta, Magdalena Sánchez Blesa:
Cuando salga a la calle y me veas sonriendo,
con mis pendientes largos y un collar en el cuello,
con mis labios pintados y el corazón de fiesta,
aplaudiendo a la vida, aunque no lo merezca.
Cuando salga a la calle con mi mejor sonrisa
y me encuentres contenta, aplaudiendo a la vida,
disimulando el miedo y el dolor que me causa,
ganando esta pelea que libran mis entrañas.
Cuando salga a la calle rebosando alegría,
con mis labios pintados, aplaudiendo a la vida,
celebrando una tarde, como si no doliera,
con mis labios pintados y el corazón de fiesta
es porque disimulo, para que mi tormento,
mi corazón cansado y el dolor de mis huesos
no fatiguen a nadie que me encuentre a mi paso.
Por eso me ves siempre con mis labios pintados.
Maite Miralles Sala, presidenta de ASIMEPP