Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número 80 – Otoño 2025
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

 

Bajo la concha

Cocinando con las estaciones

 

 Cocina de otoño

Todos los alimentos crecen estacionalmente y cada estación tiene su propia energía característica, que es absorbida y transmitida por los alimentos.

La cocina energética es aquélla que conoce en todo momento y considera la carga energética de cada uno de los alimentos. Además, sabe manejarlos para el logro del óptimo estado de salud (mental, física, emocional y espiritual) del ser humano.

La pretensión de la alimentación energética es la de lograr un buen nivel de energía y vitalidad del organismo, mediante la elección de los alimentos adecuados para acometer con entusiasmo las actividades diarias y conseguir nuestros objetivos de vida.

Al final del verano, la energía comienza a descender hasta que se vuelve muy condensada al término del otoño. A menudo, el cambio de tiempo cálido al frio es repentino. Si empezamos a ajustar la dieta a finales del verano, esto nos ayudará a adaptar nuestro organismo a este cambio para no enfermar. Durante el verano se sobrecargan los riñones y la vejiga debido a un consumo excesivo de líquidos, fruta, alimentos crudos, helados y bocadillos salados para tratar de compensar el calor extremo. En el otoño, se experimentan los resultados de estos desequilibrios en forma de tos, resfriados y otras molestias de ajuste. La cocina de otoño junto con el cambio de clima empieza a descargar ese exceso.

En el otoño, los alimentos son más abundantes que en otras estaciones. Así como en los bosques vemos ese gran cromatismo que crea amarillos, naranjas, rojos, ocres, verdes suaves, dorados, marrones, esos mismos hermosos colores se encuentran en todos los cereales, legumbres, calabazas, raíces y verduras de otoño como la col, las hojas de nabo, repollo. Muchos de los alimentos cosechados en otoño pueden ser conservados hasta la próxima primavera.

Los estilos de cocción del otoño son más largos y por lo tanto el corte de las verduras más gruesas para hacer guisos de legumbres (en especial de alubias, que es la legumbre de la estación), estofados, cremas de cereales, arroz integral, cremas de calabaza, hervidos más largos de cocción, salteados, sopa de mijo. El jengibre ayuda a guardar el calor del cuerpo.

El arroz integral y el mijo son los cereales de otoño. El arroz es el más equilibrado de los cereales integrales, la proporción sodio/potasio es 7:1, igual que en la sangre. Nos da energía de lenta absorción y nutre las funciones del intestino grueso y pulmones. El mijo es un cereal sin gluten muy digestivo y nutritivo. Destaca por su aporte de proteínas y minerales, sobre todo silicio. Nutre estómago, bazo y páncreas. También el cerebro, ya que es rico en magnesio y lecitina, por lo que va muy bien para concentración y estudios, fatiga intelectual, falta de memoria o situaciones de estrés. Es el cereal del estudiante.

Por último, con la receta de la crema de mijo dulce, os deseo una buena entrada de otoño.


Ingredientes

1 vaso de mijo lavado, 5 vasos de agua, 1 manzana cortada en cubos, 1 trozo de calabaza en cubos, corteza de limón, 1 palito de canela, orejones, 1 zanahoria en cubos.

Modo de elaboración

Lavar el mijo varias veces debajo del grifo en un colador. Poner la olla con el resto de ingredientes y una pizca de sal. Tapar y cocer 10 minutos a fuego alto más 40 minutos a fuego bajo con difusor.

Dura dos o tres días en la nevera dentro de tarro de cristal.

 

Concha Torres, consultora cocina energética y macrobiótica