Revista Cultural Digital
ISSN: 1885-4524
Número
79 – Verano 2025
Asociación Cultural Ars Creatio – Torrevieja

El título, en el
interior
La Luna, lívida hermana
de la Tierra, vagaba a través de los desiertos pasadizos de la noche. Una mujer corría desalada por el oscuro
callejón con un bulto entre los brazos. No
pudo verme porque yo estaba escondido entre las sombras, esperando. Ardía en deseos de conocer el motivo de
su huida y detenerla. De pronto, un
individuo apareció tras ella, persiguiéndola con deleite, como si la tuviera
enganchada a un sedal que él podía soltar o recoger a su antojo. El desconocido jugaba al gato y al ratón con la mujer inerme sin imaginar que,
con frecuencia, me gusta ser un perro. Siempre
sospeché que yo no era como los demás. Ahora,
tras largos años de vacilaciones y temores inciertos, me conozco. Nunca hablo de ello, no podrían
entenderme. Guardo las formas, bebo
vino en copas de cristal. Río con todos. El perseguidor no se me resistió, sólo era hombre para lo
innombrable.
Licantropía
La lluna és un llop que campa pels camins platejant el sotabosc (Manel)
No
podía ni mirar la portada del tebeo. En ella un monstruoso hombre lobo de
escalofriante dentadura me recordaba que aquélla era la fatídica noche. Noté
cómo mi vello se erizaba de terror. El momento del cambio había llegado: me
dolían las articulaciones y unos pinchazos insoportables me taladraban el bajo
vientre. La luna llena, asomada entre las nubes, transformaba el mar en un
desierto de plata. Consideré la idea de huir a la cama de mis padres, pero la
visión de sus cuerpos despedazados entre mis garras me aterraba. Entonces se me
ocurrió que podía echar el pestillo y encerrarme, quizá una niña loba no
tuviera la habilidad de abrir una puerta atrancada. Envuelta en este
tranquilizador pensamiento me quedé dormida. A la mañana siguiente, unas gotas
de sangre manchaban las sábanas de mi cama. Y tuve la absoluta certeza de que
la maldición por fin se había cumplido, aunque de una forma insondable y
misteriosa.