Invierno 2020

 

Va todo muy rápido. Demasiado. Cuando te vas a dar cuenta, resulta que la vida iba en serio. Apenas guardado el bañador y las toallas de playa y ya estamos reflexionando sobre el invierno. Además, esta semana ha hecho frío. Mucho frío.

Quizás deberíamos poner el foco de atención no en el olor a castañas asadas ni en las fiestas patronales ni navideñas, sino en las recientes inundaciones que sufrieron la Vega Baja y Murcia. Esta vez nos ha tocado muy de cerca. Demasiado. Tradicionalmente se asocia el invierno a lluvia y frío, aunque en esta zona el agua es más frecuente en otoño. Aún era verano, 12, 13 y 14 de septiembre, cuando nos sorprendió la DANA —antes la llamábamos gota fría—, y dicen los climatólogos que debemos ir acostumbrándonos a su cada vez más frecuente presencia. Vivir por ver.

Igual que se dice que los incendios se apagan en verano limpiando los bosques, los daños de las inundaciones se pueden aminorar en verano mejorando la coordinación entre administraciones, desbrozando y limpiando cauces, creando aliviaderos, mejorando el sistema de pluviales... Y así podríamos pasar, todos, un invierno tranquilo, de ésos que tenemos en la memoria, de cuando éramos niños y nos protegíamos de la lluvia bajo las mantas, con la seguridad de que nos resguardaban y estábamos a salvo.

Va todo muy rápido. Demasiado. Cuando te vas a dar cuenta, resulta que la vida iba en serio.